La Navidad está a la vuelta de la esquina y muchos lugares de España comienzan a iluminar calles y negocios con los típicos adornos festivos. Las hijas de Bertín Osborne (Alejandra, Eugenia y Claudia), su hermana Ana Cristina, y la mujer del cantante, Fabiola Martínez, ejercían este miércoles como madrinas en el encendido de luces navideñas del centro comercial Sevilla Fashion Outlet en la capital hispalense, que además, como cada año, colabora con la asociación ANDEX, que proporciona acompañamiento y apoyo integral a las familias de niños y jóvenes pacientes oncológicos de Andalucía. Hemos podido charlar con Fabiola sobre las navidades, su familia y sobre cómo lleva ella la situación que se está viviendo actualmente en su país, Venezuela.
Fabiola, habéis sido madrinas en el encendido navideño y la puesta de largo de un outlet, ¿tú sueles comprar en outlets?
Totalmente. Tenemos la finca aquí al lado y las navidades las pasamos aquí y las compras de última hora siempre las hago aquí.
¿Hay prendas que ves en tiendas y esperas un tiempito para luego comprarlas en un outlet?
No, no tengo tanto tiempo como para tener las cosas fichadas y luego programar y venir cuando empiezan las rebajas. Eso no, pero me encanta venir y como no tengo ninguna referencia pues para mí todo es novedad, lo veo todo maravilloso.
¿Eres gastona?
Sí, sí. Me gusta comprar lo que me apetece si me lo puedo permitir. No soy de salir mucho de compras pero cuando salgo compro de todo. Es como que todo lo que veo me hace falta en ese momento y luego si hay algo que no necesito pero que me encanta, pues también lo compro y al final acabo con mil bolsas.
La Navidad está al caer, ¿qué es lo que no falta en estas fiestas en la casa de Fabiola y Bertín?
Nosotros hacemos las navidades divididas. La comida del día de Navidad la hago española con mi suegro, mis cuñadas las que estén en Madrid. Pero la cena de Nochebuena la hago venezolana con mis padres, mi hermano y algunos amigos que tengo aquí en España y la hacemos venezolana total. Todo el mundo entra en la cocina, salen, beben, comen, cantan, bailan… Luego la comida española es más ‘formalita’.
¿Sois de cantar villancicos?
Con los niños sí, claro.
¿Ponéis el árbol en familia?
A Carlos le encanta y cuando yo me retraso, él ya empieza “mamá, vamos a poner esto y vamos a sacar lo otro”. Él es el motor y consigue que al final lo hagamos en familia, le pregunta a su padre si le gusta y logra que estemos todos alrededor ayudándole. Este año aún no lo hemos puesto porque es su cumpleaños justo hoy y lo celebramos este viernes y entonces hemos pensado dedicar el fin de semana a la Navidad.
¿Celebráis Reyes o Papá Noel?
Celebramos los dos. Piensa que como las chicas ya están mayores y tienen sus familias con los niños, los maridos… que todos podamos coincidir es complicado. Entonces a veces celebramos Papá Noel con los niños y mis padres, y luego Reyes lo solemos hacer con las niñas y con los nietos. Doble celebración.
¿Qué le vas a pedir a los Reyes Magos este año?
Yo sé que es muy egoísta pero siempre pienso en Quique, nada más.
¿Crees que alguien podría opinar eso?
Mucha gente podría decir algo sobre ayudar a otros niños o algo así, e incluso por Carlos que también podría decir “¿Y yo qué?”, pero es verdad que mi preocupación mayor siempre está en Quique. Pido que la buena suerte que pueda venir siempre es dedicada a él.
En este evento estás con las tres hijas mayores de Bertín y con Ana, que no es hija suya pero siempre al final decimos que son las cuatro…
Sí, tiene dos papás (risas).
¿Cómo es vuestra relación?
Nos vemos bastante menos de lo que nos gustaría pero como Eugenia está en Madrid nos vemos algo más y eso nos reconforta. La relación es muy buena y ha ido creciendo, se han ido haciendo lazos más sólidos con los años como son todas las relaciones. Al fin y al cabo a un padre y a una madre no los puedes elegir, pero cuando además te llega una persona que es ajena al círculo que se forma de manera natural, todo va más despacio y poco a poco. Y con los años hemos conseguido una relación muy bonita en la que nadie pretende nada en especial y donde ya nos hemos demostrado el cariño mutuo y eso es lo que vale. Al final eso es una amistad y en nuestro caso es además una relación familiar. Ellas saben que yo estoy ahí y que pueden contar conmigo, igual que yo con ellas. Y eso es muy bonito pero no se consigue de la noche a la mañana. Se va fomentando con los años y con las vivencias.
¿Cuál de ellas se parece más a Bertín?
Yo siempre he dicho que Claudia físicamente se parece mucho a su madre pero de carácter se parece mucho a su padre. Pero lo que pasa es que Claudia está como redescubriéndose a ella misma en su madurez y eso hace que cambies cosas que ves que para ti no son tan positivas. Por ejemplo, Bertín tiene muchos prontos de carácter aunque se le pasan rápido, y Claudia era así. Pero luego nos está dando muchas lecciones a todos de madurez y aprendizaje, siendo la pequeña de las tres hijas de Bertín. Y Alejandra también tiene mucho de Bertín y de su madre, están muy mezcladas. También es muy parecida a él en esos prontos, es un rasgo bastante característico de Bertín (risas). Y así como Claudia ha ido cambiando esa parte… Alejandra sigue igual (risas). Pero luego tiene ese punto loquito y divertido que tenía Sandra y está muy mezclada.
“Bertín es tal cual le ves en la tele”
¿Cómo es Bertín en casa, con su familia, con los niños?
Como padre es muy cariñoso con Quique y con Carlos. Es una etapa diferente de su vida, seguro que si les preguntas a las niñas te podrían dar otros puntos de vista seguramente. Y lo cierto es que Bertín es tal cual le veis en la tele, para lo bueno y para lo malo (risas).
Lleváis casados desde 2006, todo un récord con los tiempos que corren…
A mí también me sorprende, ¿eh? (risas) Hay veces que se lo digo a él que cómo hemos llegado hasta aquí (risas). Yo creo que parte del secreto, si es que lo hay, en nuestro caso es que no somos solo una pareja, somos compañeros, nos admiramos cada uno en lo suyo y no solo a nivel laboral, como personas en todos los sentidos. Yo veo en él valores que me encantan, los aprecio mucho y me imagino que él en mí también. Esta combinación hace que se mantenga ese sentimiento fuerte e incluso se haga más sólido.
¿Qué tal llevas cuando le critican en redes por alguna cosa que ha dicho?
Sinceramente no es una cosa que nos quite el sueño. La verdad es que ni siquiera lo miramos. En Google a veces me saltan noticias y ni las abro, sobre todo porque en la mayoría lees el titular tipo: ‘El momento dramático que vive Bertín con su hijo’. Yo sé el momento que estamos viviendo con mi hijo y no tengo que abrirlo para saber nada. Yo sé quién es Bertín y con eso me vale.
“Ahora estamos en un momento dulce con Quique”
Eres un ejemplo de madre luchadora y tanto tú como Bertín siempre habéis tratado con naturalidad y abiertamente la enfermedad de vuestro hijo, algo que sirve de gran ayuda a otras familias. ¿Cómo se encuentra Quique?
Estamos en un momento dulce porque Quique cada vez está consiguiendo más cositas después de tanta preocupación, después de la operación y todo lo que vivimos. Él ahora está bien y quiere hacer más cosas, se esfuerza mucho por hacer su rehabilitación y, bueno, con esperanzas de que se consigan cambios importantes. Pero no lo sabemos con certeza, estamos con la esperanza, la ilusión y con mucha motivación, porque él es el primero que tira del carro.
¿Qué mensaje darías a las familias que tienen una situación parecida a la vuestra?
Es difícil dar consejos porque cada situación es diferente y hay personas que están en situaciones muy muy complicadas, pero si algo consuela es saber que uno no está solo. Yo creo que ese podría ser el mensaje que encajaría en muchos casos. Que no están solos, que somos muchos los que pasamos por situaciones así y que si para algo sirve que nosotros seamos personajes públicos es precisamente para darles voz y visibilidad y en ello estamos. No hay que tirar la toalla, pueden luchar y que hay muchas maneras de conseguir apoyo.
Ahora que hay nuevo Gobierno, ¿qué les pedirías?
Claro que sí, les pediría que hagan leyes que protejan y favorezcan más a las personas y sobre todo a los niños, que son los más vulnerables, en situación de indefensión sea por la salud, la educación. En los niños está el futuro y es donde hay que hacer la mayor apuesta para que haya niños sanos, formados y con posibilidades de tener oportunidades en el futuro. Los gremios de discapacidad o de enfermedades raras, todos estamos en lo mismo con pocas ayudas, pocos recursos… Yo les pediría que no pierdan el foco en ellos que ya hace un tiempo que se restringieron y se quitaron las ayudas, y eso hay que recuperarlo. Son los que más lo necesitan.
“Vivo con mucho dolor y decepción lo que pasa en Venezuela”
Bertín es muy claro cuando habla de la situación en Venezuela, ¿tú cómo vives todo lo que está pasando en tu país?
Lo vivo con mucho dolor, mucha tristeza, mucha decepción por aquellos que dijeron que les iban a ayudar a salir de esta situación de dictadura camuflada porque no terminan de dar la cara, y sin embargo la gente está muriendo de hambre, de enfermedades, hay demasiada pobreza. Es brutal. Hay muchísima delincuencia. Hace poco hice una entrevista para unas personas que quería contratar que son de Venezuela y una de ellas me contó que a su padre le habían atracado golpeándole en la cabeza y tenían una situación bastante complicada. Y eso no es un caso aislado. Eso es el día a día de muchas personas que viven allí.
Yo afortunadamente tengo aquí a mis padres y a mi hermano, pero tengo a mis dos abuelas, a mis tíos, a mis primos… y todos nos cuentan cómo están. Y es horrible porque quieres ayudar desde aquí pero tampoco es fácil. Por ejemplo, mi familia está en Maracaibo, la mayoría de las empresas que hacen envíos trabajan con la capital, con Caracas, y si ese paquete llega a Caracas igual no lo trasladan a Maracaibo porque no hay gasolina. Entonces los transportes no se mueven, hay que ir a recogerlo a Caracas. ¡Es una locura! Estoy mandando pasta de dientes, cepillos, vitaminas, alimentos para mi abuela, cosas que aquí cuestan muy poco y luego a ellos les cuesta la vida ir a recogerlo a Caracas. No tiene sentido. Eso es lo que está pasando allí.
Ya no se mira para allá, ya no hay noticias, ya no hay novedad. Y me preocupa mucho la situación en la que estamos también aquí porque aquellos que decían que Venezuela era un ejemplo, hoy están tomando decisiones sobre el futuro de los españoles. Es muy preocupante. Mirarse en ese espejo para mí es muy doloroso. Yo no huí de Venezuela porque cuando yo llegué aquí todavía no estaba ni Chávez ni lo que vino después, pero cuando estaba aquí decían que Venezuela iba a acabar como Cuba. Y hoy creo que es muy preocupante pensar que los que decían que allí no pasaba nada, que allí no había nada, hoy nos van a gobernar.
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