No es la primera vez que Meghan Markle luce joyas cuyo significado va más allá del meramente estético. Sin embargo, sí es la primera en la que pasa desapercibido por su tamaño, tan pequeño y fino que por poco se escapa a la vista en la portada de la revista Times. ¿Te acuerdas que te contamos que para dicho posado la duquesa de Sussex había apostado por un reloj de Cartier que perteneció a la princesa Diana de Gales?
Pues lo que se nos había pasado por alto es que la esposa del príncipe Harry no solo quiso rendir homenaje a su suegra, sino que quiso lanzar un mensaje al mundo de sororidad y apoyo a todas las mujeres. ¿Cómo? A través del pinky ring de la firma Shiffon que lució de manera muy discreta en su dedo meñique.
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Un diseño de oro de 14 quilates con dos diamantes y forma de espiral cuyo nombre, pinky ring, hace referencia a pinky promise, una forma de prometer algo a otra persona (como por ejemplo guardar un secreto) que consiste en entrelazar los dedos meñiques.
Sin embargo, no es casualidad que Meghan Markle lo luciese. Shiffon, la firma a la que pertenece este anillo, fue fundada por la universitaria Shilpa Yarlagadda durante su último año de Universidad y desde su creación destina el 50 % de sus beneficios a financiar proyectos de mujeres emprendedoras.
De hecho, Shilpa colabora estrechamente con la organización sin ánimo de lucro Startup Girl, a la que Meghan Markle ha hecho referencia alguna vez en sus discursos. Además, todos y cada uno de los materiales utilizados por la firma provienen de procesos sostenibles encargándose así de la preservación del planeta. Otra de las causas a las que los duques de Sussex prestan especial atención.
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