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Jorge Javier Vázquez ha vuelto cargado de fuerzas renovadas tras pasar unos días de descanso en Grecia. El presentador se sentó en ‘Viernes Deluxe’ para abordar los últimos temas de actualidad que han surgido en ‘Sálvame’ durante su ausencia. Sin embargo, pese a que intentó mostrarse lo más sereno posible, el inesperado invitado se puso serio al hablar de cómo lidió con la muerte de su gran amiga Mila Ximénez. El maestro de ceremonias por excelencia de Telecinco rememoró que, tras cumplir con sus compromisos profesionales de la gira teatral que tiene entre manos, las dos primeras semanas de sus vacaciones las pasó en casa, intentando asimilar la pérdida y acompañado de su expareja, el cual, pese a que ya no tengan una relación sentimental, se ha convertido en su mejor apoyo para afrontar los peores momentos. “No tenía ganas de hacer nada. Decidí quedarme en casa un par de semanas. La pareja que trabaja conmigo en casa se fue de vacaciones y se vino mi ex. Para mí, que estuviera él, fue importantísimo porque sentía la necesidad de hablar de Mila”, explicó.
Aunque él fue el primero que quería que los homenajes televisivos a la periodista no se alargaran demasiado en el tiempo, reconoce que la situación fue de lo más extraña: “Fue tan traumático para todos nosotros que no estábamos capacitados de enfrentarnos a la noticia. No hablábamos de ella porque no queríamos enfrentarnos, para evitar que la familia se sintiera invadida y que la gente pensara que nos estábamos aprovechando de su marcha para conseguir audiencia. No hablábamos de ella ni en las publicidades”.
Sin embargo, el catalán está en un punto en el que siente la necesidad de soltar lastre y quedarse con todos los buenos momentos vividos en sus más de dos décadas de estrecha amistad. “Ahora siento la necesidad de hablar de ella, de acordarme de ella, no en plan qué horror, qué tristeza, sino de recordar los buenos momentos que he vivido con ella”, apuntó. “Mila se fue a los 69 años, yo pienso que hay quien dice qué pena que se fue en el mejor momento de su vida, pero yo digo que qué bien, se ha ido en un momento de felicidad, irse en ese momento de plenitud eso me parece bien”, reflexionó.
“Por primera vez en mi vida siento un vacío que no lo voy a llenar con nadie. Fue una relación de 20 años, de amor y complicidad, y esa profundidad de relación es imposible que la tenga con nadie. Me enfrento a un vacío que no se va a llenar. No es que la eche de menos, es que eso es poco, es un vacío. No se llena con nadie, no va a aparecer una persona en mi vida como ella”, afirmó rotundo. “Me sorprende que, con la mala leche que tenía, siempre que hablamos de ella acabamos riéndonos” […] No hay momento del día que no me acuerde de ella”.
Sobre cómo está llevando la hija de Mila su pérdida, Jorge Javier valoró: “Creo que Alba está aceptándolo y echándola mucho de menos. Ellas tenían una relación muy diaria: hablaban continuamente por teléfono, estaban siempre al tanto… Alba veía mucho el programa y lo que me gustaba mucho de ella es que, cuando Mila se cogía los 300 cabreos diarios con ‘Sálvame’, le desdramatizada todo y se reía”.
Tras rememorar algunas anécdotas divertidas vividas junto a su amiga, el presentador ha hecho una petición a los directivos de la cadena. “Creo que Mila merece una fotografía en el pasillo de las vanidades, o que mi fotografía, que tiene más años que el mear, la cambiaran por una foto de ella conmigo”, dijo, haciendo alusión a las imágenes que decoran los pasillos de Mediaset con los rostros más destacados de Telecinco y Cuatro.
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