El verano es sinónimo de relajación, disfrute y de dar rienda suelta a todos esos pecados que durante el resto de año mantenemos alejados de nuestra vida. Es probable de que te encuentres en ese grupo de afortunados que lo han pasado en grande y que entre cañitas, espetos, tintos de verano, pescaito frito y alguna que otra barbacoa ha visto pasar los meses de julio y agosto dándolo todo. No pasa nada. Sin embargo, ahora que toca volver al trabajo, que empezaremos a llevar una vida más sedentaria y que afrontamos un largo invierno, qué mejor que mentalizarnos para volver a la senda de la vida saludable. Y es que no todo es cuestión de adelgazar o engordar sino de estar sano, sea cual sea tu cuerpo, por dentro y por fuera.
Desde el equipo de expertos de la entrenadora de los famosos, Vikika, han realizado un decálogo con sencillos pasos para hacer de este camino hacia una vida sana, un recorrido fácil y placentero. ¡Toma nota!
1. Haz la compra adecuada de una vez por todas. Planifica tu menú antes de ir a la compra, de esta manera te llevarás a casa solo lo que necesites y sea adecuado para tu objetivo.
2. Opta siempre por alimentos frescos y de temporada. No caigas en la trampa de los preparados sustitutivos de comidas, van cargados de azúcar, su poder saciante es nulo y no resultan nada económicos. Los atajos no existen.
3. Ve progresivamente de menos a más, no quieras cambiar todo de golpe en dos días. Los procesos de adaptación requieren tiempo. Quiérete y respeta tus tiempos de adaptación, sin dejar de lado la objetividad y la persistencia.
4. Comienza a introducir ejercicio de forma regular, pero progresiva. Por ejemplo, empieza con dos días la primera semana, incrementa a tres días la tercera semana, etc. Debes realizar esta escalada de forma realista con respecto a tus horarios y estilo de vida, para que sea sostenible en el medio-largo plazo.
5. Aprovecha esta oportunidad para familiarizarte con los ejercicios de fuerza, de una vez por todas, y beneficiarte de todo lo bueno que aportan a la salud. Siempre de forma gradual, evitando sobrecargas o lesiones que te llevarán a estresarte y abandonar a la segunda semana.
6. Evita los extremos en la alimentación y las restricciones sin fundamento. Esto te llevará al círculo vicioso de siempre y no lograrás aprender a alimentarte.
7. Destierra esa idea sesgada y limitante de querer perder 8 kg en cuatro semanas.Cambia tu mentalidad y haz de esta oportunidad la definitiva para lograr ese cambio en tu estilo de vida para siempre. Conseguirás resultados diferentes si haces las cosas diferentes esta vez.
8. Mentalidad a medio-largo plazo, lejos de la idea anticuada de dieta. A partir de ahora, jamás volverás a decirte que te pones a dieta, si no que estás aprendido a alimentarte de forma adecuada.
9. No pasa absolutamente nada si aún vas a “medio gas” y te das más flexibilidad tras la vuelta. Si eres realista y te comprometes con el proceso de aprender a alimentarte y practicar ejercicio de forma regular, jamás volverás a dar marcha atrás.
10. Acudir a un profesional cualificado, si te es posible, te ahorrará tiempo ya que logrará trazar una estrategia nutricional y de entrenamiento adecuada para tus necesidades concretas.
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