Aunque siempre soñó con actuar, le faltó valentía para decirle a sus padres que quería estudiar Arte Dramático. “Me decanté por hacer la carrera de Publicidad”, recuerda Emmanuel Esparza. Sin embargo, su vocación pudo más y tras realizar un curso de guion en Londres, probó suerte de actor en su Valencia natal. Debutó en televisión en 2005 con una serie diaria, Negocios de familia. Ahora, más de quince años después, regresa a las sobremesas españolas para dar vida al villano Víctor Salas de Servir y proteger (Plano a plano) en La 1.
Regresas tras casi una década trabajando en Colombia.
Tenía muchas ganas de volver a España, sobre todo después de este año de la pandemia donde se han caído tantos proyectos. He logrado afianzar mi carrera allí y quería trasladar todo eso a mi país. Además, uno echa de menos su tierra.
¿Y a la familia también?
Mi exmujer se ha quedado en Colombia con nuestra hija Zoe, pero vienen ahora para el verano. Luego, seré yo el que esté viajando, depende de los proyectos que vayansaliendo.
Te llamaron de Servir… cuando estabas en América Latina.
El casting para esta serie fue un regalo. Estaba en Bogotá, donde hay una situación complicada por la covid-19, además de revueltas sociales en las calles. Así que cuando me dijeron que el personaje de Víctor era mío, vi que era el momento para venirme a España.
¿Pediste consejo a alguien?
A Eduardo Velasco, que interpreta a Quintero. Nunca habíamos trabajado juntos, pero le conozco desde hace mucho. Es un gran amigo y me habló tan bien de la serie y del equipo que no me lo pensé más.
A diferencia de otros de tus personajes, Víctor es un villano.
¡Y estoy encantado! (risas). Esta es solo la tercera vez que soy el malvado, el primero más gordo que hice fue en una serie de FOX que se llama Sitiados en el año 2018. Adoro hacer de malo porque es divertido, pero casi siempre, me toca interpretar al galán.
¿Qué te gusta de este papel?
Lo natural que es, no deja de ser un delincuente de barrio muy normal. También me hace gracia ese aire de chulo que tiene, hace que te caiga bien.
¿Os parecéis en algo?
Sí, me identifico en que logra sacarse una sonrisa a sí mismo y ver el lado positivo y bueno de la vida. Al igual que él, me tomo las cosas negativas con filosofía, ironía o, incluso, sarcasmo. Siempre lucho yvoy hacia delante. No me gusta quedarme quieto y busco nuevas oportunidades.
¿Como cuando tomaste la decisión de cruzar el charco?
Fui un poco visionario. Ahora son muchos los actores que quiere abrirse hueco enLatinoamérica, pero a mí me tacharon de loco cuando me marché de aquí. Además, la gente tiene prejuicios con las ficciones que se hacen allí.
Por ejemplo…
En mi caso, mi entorno pensaban que lo que yo hacía en Colombia eran telenovelas de los ochenta, con todo el respeto, y en realidad son superproducciones muy cuidadas que pueden convertirse en éxitos mundiales gracias a las plataformas que han salido.
Como La Pola, tu debut en tierras colombianas.
Fue una locura de serie. No creo que haga algo tan imponente salvo que me vaya a Los Ángeles (risas). Fueron catorce meses de rodaje, casi todo en exteriores y con más de 6.000 figurantes. En ella hice del militar español Alejo Sabaraín.
Y en La reina de Indias… de un gran conquistador.
Es otra producción maravillosa de época, en la que interpreto a Pedro de Heredia. Puede verse en Netflix. Me gustó rodar tantas escenas subido en barcos y las secuencias de peleas. Me llegan mensajes de gente que está viéndola.
También te recuerdan por otras ficciones como Yo soy Bea.
El personaje de Nacho fue una absoluta genialidad. Rodar este proyecto fue como mi universidad en esta profesión. Guardo muy buenos recuerdos, hay gente que sigue etiquetándome en fotografías o vídeos de algunas tramas.
Además de actuar, en televisión te vemos cocinar.
He participado en Masterchef Celebrity Colombia, que ahora está en emisión y estoy muy contento por la experiencia. Me gusta estar entre fogones y este es un programa limpio, divertido y familiar.
¿No te llama la atención otro tipo de concursos?
Me han ofrecido participar en realities, algo que he rechazado porque no soy un actor que hable mucho de su vida privada o le guste tener una cámara siempre pegada a él. Solo me pongo delante de los focos si voy a trabajar.
Llevas haciéndolo casi dos décadas sin interrupción…
Lo más complicado de este oficio es su inestabilidad. Creo que en esta carrera se debería enseñar cómo gestionar psicológicamente y económicamente los momentos de parón, porque son muy duros y lo aprendes sobre la marcha.
¿Te planteaste abandonar?
Alguna vez se te pasa por la cabeza, pero puede más la vocación. Tomé la decisión de dedicarme a esto y la mantendré hasta el final. Ser actor es un estilo de vida y esta profesión una montaña rusa.
¿Cómo calmas esa ansiedad?
Con el deporte, por ejemplo. Me encanta ir al gimnasio y practicar boxeo. Además, tener un cuerpo fuerte es necesario para algunos personajes. Pero mis dos grandes aficiones son la lectura y, sobre todo, la escritura. Es mi pasión y tengo varios proyectos en papel.
¿Veremos alguno pronto?
¡Eso espero! Mi sueño sería vender alguno de los proyectos que he escrito. Poder ver una serie creada por mí en televisión, aunque no estuviera como actor, sino detrás de cámaras. Pero ahora estoy centrado en Servir y proteger.
¿Y qué hay en el horizonte?
Rodé en Colombia la película Que corre por tus venas, de Felipe Vallejo. Se estrenará el año que viene y el director quiere emitirla en alguna plataforma. Ojalá llegue a España.
Fuente: Leer Artículo Completo