No es raro encontrar un Château Margaux entre los vinos más selectos del mundo. Su precio supera fácilmente los 500 euros, pero con una historia que arranca en vl siglo XII, el nombre del lagar también suele colarse en las subastas donde los expertos pujan por los caldos más exclusivos. Sin ir más lejos, hace un par de años una botella de Château Margaux datada en 1797 alcanzó en una puja los 191.000 euros.
Varias piezas parecidas se ha encontrado en la bodega del palacio Tatoi,donde creció y vivió la reina Sofía con sus hermanos y sus padres, los reyes Pablo I de Grecia y Federica de Hannover y la familia real tuvo su residencia hasta 1967. Ese año, se instauró en el país una república y el hermano de Sofía, el rey Constantino, tuvo que exiliarse con toda su familia.
Todos estos años el recinto ha permanecido casi abandonado, pero a principios de 2021, el Ministerio de Cultura anunció que lo recuperaría, lo restauraría y convertiría parte de sus instalaciones en un museo. Fue llevando a cabo esa tarea de limpieza y catalogación cuando encontraron una joyas inesperada: 235 cajas con 4.000 recipientes que incluyen auténticas rarezas como algunas botellas del cotizado viñedo Château Margaux. Y no es el único hallazgo bebible que se ha encontrado en el sótano de Tatoi, edificio histórico que se encuentra amenazado por las llamas que en los últimos días asolanAtenas.
Ante la cantidad de marcas y variedades que los funcionarios del Ministerio de Cultura griego encontraron, decidieron llamar a los mejores expertos para que catalogaran debidamente unas botellas con mucha historia. El material se trata como oro en paño, más en un país que no solo presume de ser la cuna de la civilización sino también la del vino. Por eso, el encargado de la tarea de dar nombre, poner precio y un contexto a cada ejemplar es Periklis Baltas, el archivero de Achaia Clauss, el lagar en activo más antiguo de Grecia (desde 1861 sin interrupción) y uno de los prestigiosos del mundo. Ubicado en Patrás, localidad en la que curiosamente hicieron parada Juan Carlos de Borbón y Sofía de Grecia en su viaje de bodas, fue fundado en 1881 por el alemán Gustav Clauss, a quien se considera en Grecia el inventor del turismo vinícola. Él mismo fue una personalidad, una encargada de enseñar sus contornos y sus barriles a famosos, políticos y royals como la mismísima emperatriz Sissi.
"Sintiéndolo mucho, no podemos dar ningún tipo de información sobre las botellas", ha informado el responsable de comunicación de la bodega a Vanity Fair mostrando un celo que también practican en el Ministerio de Cultura, liderado por Lina Mendoni. Desde allí, sin embargo, dan algún dato más: por ejemplo que entre los hallazgos, hay todo tipo de licores y refrescos que recibían los reyes Pablo y Federica desde otros lugares del mundo, tragos exclusivos para los monarcas, pues según informa el ministerio muchos son productos que ni siquiera se comercializaban en Grecia hace 50 años.
También explican que hay "cantidad de vinos y licores raros", lo que da una pista sobre el precio que podrían alcanzar en una supuesta subasta, pues a la antigüedad de las botellas y el valor que le confieren las manos y el palacio por el que han pasado, se une el hecho de que algunas podrían ser los últimos ejemplares de cosechas y productos únicos. Otro de los detalles que destaca el ministerio es que aunque algunos de esos licores ya no se podrían beber, no son pocos los que conservan otros elementos dignos de conservación: las botellas, que ahora se consideran artículos históricos, y en no pocos casos, unas etiquetas que harían las delicias de cualquier coleccionista.
Algunos ejemplos son las botellas procedentes del Château de Vincennes, imponente castillo medieval a 10 kilómetros de París cuya historia está muy ligada a la de Carlos V.Otra de las referencias es Château Rothschild, finca ubicada en Burdeos que ha tenido siempre en su catálogo algunos de los mejores tintos del mundo. Otra de las joyas no es un vino sino un whiskey: el de la edición especial con botella de cerámica que lanzó Chivas con motivo de la entronización de Isabel II, una de las piezas más antiguas encontradas pues si la mayoría tienen alrededor de 50 años, esta cuenta con casi 70.
La ministra de Cultura expresó su compromiso para tratar el hallazgo con el mimo que requiere y asegura que la bodega será una de las partes en las que pondrán más empeño para que pueda abrirse al público y los griegos y los turistas puedan apreciar "una colección histórica de especial valor cultural y vitivinícola". Está por ver si una de esas visitantes será Sofía de Grecia, que vivió en ese palacio los mejores momentos de su infancia y su primera juventud. Quizá por eso, cuando la emérita viajó el pasado mes de junio a Grecia, el primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, la invitó a visitar Tatoi y a compartir con los griegos sus recuerdos. No debió leer el político Yo, la reina, la biografía sobre Doña Sofía que publicó Pilar Urbano, libro en el que la hija de Pablo de Grecia explicaba: “Volver a Tatoi fue un golpe a todos mis recuerdos. Como si me hubieran acuchillado un sueño." Quizá por eso y a pesar de las invitaciones de las autoridades helenas, la reina emérita solo volvió en visita oficial con su marido en 1998 y en 2014, cuando acudió con parte de su familia para honrar las tumbas de sus padres, enterrados en losfrondosos jardines del palacio que un día fue su casa, hoy es del Estado, y se encuentra a expensas de las llamas.
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