Hablamos con Ángeles Martín, la particular Doña Visi de ‘Amar es para siempre’: “Paso por una buena racha”

Los padres de Ángeles Martín tenían claro que su hija había nacido para ser actriz: “Con solo seis años me ponía a actuar delante de los clientes en el hostal que ellos tenían”. Se licenció en la Escuela de Arte Dramático de su Madrid natal y comenzó en televisión presentando programas como VIP Noche (1990): “Me encantaría retomar esta faceta”. No obstante, nunca dejó de lado la interpretación y ahora tras más de tres décadas de carrera, regresa a la pequeña pantalla como doña Visitación, la nueva e incómoda vecina de Amar es para siempre, en Antena 3.

Para tu papel te han puesto moño, gafas… ¡Vaya cambio de look!

Estoy encantada, además creo que ese peinado tan tirante y ese vestuario tan seco le hacen ver más borde de lo que es (risas). Me gustan los personajes que no se asemejan a mí en lo físico.

¿Y en lo personal?

Nos parecemos en que las dos hablamos por los codos (risas), pero en el resto somos diferentes. Una de las cosas que no me gusta hacer es juzgar a la gente y ella es la cotilla oficial.

De hecho, se mete en la vida de todos sus vecinos…

Es una traductora de inglés que aprovecha cualquier situación que no le gusta para crear polémica y eso es muy divertido. Es una mujer peculiar que también ha sufrido en su pasado. De ahí que tenga ese carácter agrio.

¿Crees que hay muchas doña Visitación en la vida real?

Tengo a alguien parecido muy cerca y hasta ahí puedo leer (risas). Siempre me inspiro en personas reales o ficticias para crear un papel. Estoy encantada con Visi y con todos mis compañeros.

¿Habías coincidido con alguno de ellos en otros proyectos?

Manu Baqueiro y yo trabajamos en la obra Al final de la carretera. Solía decirme que ojalá algún día fuera a parar a Amar es para siempre y mira por dónde, ha pasado. Tenía ganas de volver a la televisión.

Y lo haces con otra serie diaria después de Yo soy Bea.

Interpretar a la Chali fue un regalo para mí y un año y medio de esfuerzo espectacular. La gente se identificaba mucho con ella, porque siempre defendía a los suyos y es algo que todos hacemos. Todavía me mandan mensajes por las redes sociales recordándola.

¿Tenías miedo de que te encasillaran por este personaje?

Ni por este, ni por ninguno. Tengo miedo a no actuar y no poder sacar a los míos adelante, a que el teléfono deje de sonar. Eso es lo que realmente me preocupa.

Pero no has parado de trabajar.

El teatro es lo que ha dado de comer a mi familia durante muchos años. La televisión y el cine me han traicionado más. Adoro mi profesión y la disfruto, pero sin ser ansiosa.

Esa pasión la ha heredado tu hija Krista, que es actriz.

Está en el oficio más bonito del mundo. Ha participado en HIT, la ficción de TVE. Además, quiere estudiar Psicología o Filosofía. Ella y su hermanaNastia son mi adoración.

A ambas las adoptaste, ¿cómo recuerdas el proceso?

Tenía claro que quería ser madre y pude compaginarlo con mi carrera sin problemas. Fue un camino largo y complicado, pero cuando vi sus caritas se me olvidó todo el dolor.


¿Pasas mucho tiempo con ellas?

Sí, soy una persona muy familiar, que adora las series españolas, leer y la naturaleza. Y, como decía Amparó Baro (El internado), lo que más me gusta es observar la vida.

¿Y cómo ves la tuya?

Pues creo que paso por una buena racha laboral (risas). Además de grabar Amar… estoy con la obra de teatro Cuidados intensivos. Es un homenaje a los sanitarios.

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