Cortar o no cortar, esa es la cuestión. Cambiar de look puede ser difícil, sobre todoa partir de los 40 cuando solamente hay cuatro propósitos con el tijeretazo: que sea favorecedor, cómodo, fácil de peinar y que, a poder ser, quite algunos años de encima. No es tarea fácil conseguirlo todo, pero tampoco es imposible. Un buen flequillo cortina, un short bob o una media melena son los cambios de looks más demandados. Pero cuando cumples 50 y además, tienes la cara redondeada, las reglas del juego cambian y entran en la partida cortes como el chop, el long bob, pero sobre todo el pixie.
“Apostamos por pixies muy modernos que sin duda restarán años. Si la frente es más amplia, se puede jugar con los flequillos cuadrados y así se cambia el óvalo redondeado de la cara, pero también con patillas alargadas que marquen el pómulo y estilicen las facciones. También se puede jugar con las nucas alargadas y muy vacías, estilizando el cuello y creando efecto de cara más alargada”, nos cuenta Ana Soriano, estilista de David Künzle Fuencarral.
Y es que, el pixie lo tiene todo: es sencillo de peinar y muy manejable. No deja de ser un corte garçon por lo que te llevará poco tiempo peinarlo por las mañanas. Además, es también un corte muy versátil, se puede hacer en capas, despeinado, ligeramente levantado…
Sin embargo, el pixie no es el único corte que favorece a partir de esta edad, el chop y es bob son a su vez grandes candidatos: “El chop, con las puntas desfiladas terminando muy cerca de la barbilla, con la raya en medio o con flequillo hasta el pómulo y desfilado, un corte muy natural. También los cortes asimétricos añadiendo mucha textura a los extremos y desfilado para estilizar el rostro. El long bob es otro de los que destacaría, ya que equilibra las formas del rostro de manera magistral”, afirma Susana Peláez, del salón Lobelia Sagasta.
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Pero sin duda, uno de los cortes con más éxito son las medias melenas que lejos de significar un cambio radical son siempre una buena forma de transición si se adaptan al óvalo facial. «Se puede jugar con ellas y con el flequillo para recortar la facción o acentuar el pómulo y evitar esa sensación de cara tan redonda. También darles movimiento y “plumear” bien el cabello para un aspecto más juvenil y crear volúmenes en la zona del pómulo”, aclara Ana Soriano que además, nos cuenta qué es lo qué le piden las mujeres a partir de los 50 que no desean un cambio radical: “Quieren que su melena se vea limpia y saludable, que no pierda densidad y que tenga algún efecto de movimiento. En cuánto a peinados, prefieren las ondas naturales y técnicas de plancha”.
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