El vestido vaquero: la prenda que regresa al street-style

Si hubiera que posicionar un tejido como el rey en la industria de la moda probablemente el vaquero sería el triunfador. Su presencia aparece en piezas que forman los básicos de nuestros armarios, siendo los pantalones nuestros predilectos por excelencia. La camaleónica puesta en escena de este tejido permite un flujo de combinaciones que alternan desde las ocasiones más informales hasta las que requieren (casi) alta etiqueta.

Si bien las camisas, las cazadoras y las faldas vaqueras han proseguido a los pantalones en la lista de las tendencias, puede decirse que cualquier prenda que tenga la suerte de ser fabricada con este tejido es una apuesta de éxito. Si no que se lo pregunten a las consultoras de moda del street-style que llevan años apostando sus cartas a una de las variantes de piezas más distintivas de cualquier estilismo: el vestido vaquero.

Esta prenda se ha visto por las calles de las capitales de moda tanto en looks perfectos para las épocas en las que el sol comienza a caldear el ambiente, como en las más frías. Porque según como se combine es apto para cualquier estación. Desde minivestidos vaqueros hasta versiones largas que rozan casi el suelo: todos valen.

Se llevan con jerséis debajo, combinados con chaquetas que crean total looks denim o con uno de los complementos más recurridos para romper cualquier monotonía visual: el cinturón. Sí, nosotros avisamos: un vestido vaquero es un comodín perfecto que vuelve cada pocas temporadas a ser favorito.

Algunas firmas de lujo nos mostraron ya en su día sobre la pasarela su fascinación por esta pieza. Stella McCartney, Alexander McQueen, Celine o Gabriela Hearst fueron tan solo algunas. Ahora tú puedes encontrar la silueta que más te guste para recurrir a ellas cuando y donde lo necesites. ¡Apunta! Te mostramos algunos diseños de las firmas que puedes encontrar, ya, a pie de calle.

Un clásico que reinventa sus versiones para adentrarse en tu armario en una amplia variedad de combinaciones..

¡Lo quiero!

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¡La quiero!

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