Ahora más que nunca, se ha instalado en nuestros armarios la necesidad de funcionalidad y pragmatismo, algo que facilite la ejecución del look cómodo y favorecedor que poder llevar en cualquier momento. Una solución que pasa inevitablemente por encontrar prendas de carácter polivalente, y aquí es donde ha entrado en juego el chaleco como el agente responsable del cambio en esta temporada. Y es que te hemos hablado de él y de sus múltiples versiones en más de una ocasión, desde el patrón oversize hasta el estampado de cuadros, un guiño a la inspiración british que domina las propuestas de muchas de las firmas actualmente.
Entre toda la oferta que llega como una avalancha hemos encontrado, sin embargo, un chaleco al que no hemos podido resistirnos. Porque cuando pensábamos que la inventiva sartorial ya no tenía más salidas en lo que a una prenda como ésta se refiere, Uterqüe nos ha demostrado que siempre se le puede dar una vuelta más de tuerca por clásico y manido que parezca.
Como ellos mismos describen, la nueva colección de Uterqüe está inspirada en ‘el nuevo comfort’, un término que estos días copa más de una declaración de intenciones. Y eso es precisamente lo que transmite este chaleco de punto, ya que es un comodín perfecto al que darle tantas vueltas como queramos.
Confeccionado en punto grueso y con cuello de pico, el contraste del ribete negro le da un sutil aire deportivo, además tiene la cinturilla fruncida elástica y un patrón cropped.
Pero sin duda lo que hace a este chaleco una pieza muy especial es la incorporación de hombreras. Un recurso al que ya estamos acostumbrados a ver en camisetas y blusas, gracias al revival ochentero que estamos viviendo pero que todavía no habíamos encontrado en piezas como esta.
A partir de aquí, las opciones para incluir el chaleco en casi cualquier outfit son infinitas. Un repertorio que además abarca todo tipo de estilos. El más sofisticado pasa por mezclarlo con una blusa romántica de cuello abullonado y volantes en las mangas y una falda midi negra plisada. Sobrio y a la vez estricto.
En el lado opuesto y con una aproximación más casual, una apuesta por el monocromatismo. Así se puede llevar el chaleco sin nada debajo y combiando con un par de pantalones tipo jogger blanco y unas deportivas de suela ancha.
Pero llevarlo con pantalones también puede significar apostar por la elegancia. Es el caso de este look que, con un par de pantalones anchos de vestir negros, juega con el azul bebé de la camisa con cuellos tipo bobo, un pañuelo anudado a modo de corbatín y un par de mocasines planos. La fusión perfecta entre el lado femenino y el masculino.
Como ves, los recursos de este chaleco son inagotables, y además de ser perfecto para combinar con casi cualquier prenda que tengas en el armario, es una de las compras más sensatas para empezar el año ya que la tendencia tiene un recorrido muy largo, que llegará hasta la primavera. Está disponible en tallas S y M y cuesta 79 euros.
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