Corinna Larsen ha declarado hoy, por videollamada y desde Londres, en la primera sesión del juicio contra el excomisario José Manuel Villarejo. Se trata de una sesión por supuestas calumnias de Villarejo al que fuera director del CNI, general Félix Sanz Roldán. Villarejo había asegurado en una entrevista televisada que Sanz Roldán había amenazado de muerte a Corinna. Motivo por el que Sanz Roldán solicitó "el amparo de la justicia", como ha dicho el general en su declaración como testigo, que negó "haber amenazado jamás a una mujer y a un niño". La empresaria, examante del rey Juan Carlos, sin embargo, denunció en su declaración esas supuestas amenazas, que datarían de 2012, y acusó directamente al rey de estar detrás de las actuaciones de Sanz Roldán.
Corinna relató cómo habría conocido al comisario: vía el empresario Juan Villalonga, que "me lo presentó como un amigo muy cercano que tenía información muy relevante para mí". "Tuve varios encuentros con Villarejo", relató Larsen, "pero para los hechos que estamos hablando la única reunión importante fue la que mantuvimos en abril de 2015". Un encuentro en el que Corinna le relató los hechos ocurridos tres años antes.
Hechos en los que Corinna implicó al general Sanz Roldán y al rey Juan Carlos en "la invasión y registro de mi piso y mis oficinas en Mónaco" por parte de "mercenarios españoles". "No entendía el motivo y estaba aterrorizada (…) Yo no había autorizado esa operación y no entendía nada". La empresaria tanbién ha asegurado que tuvo constancia de esos registros el día 22 de abril de 2012, y que ese mismo día "llamé al rey Juan Carlos para pedirle explicaciones, él no fue excesivamente claro". El rey emérito le comunicó que "el señor Sanz Roldán estaba llevando a cabo una operación para asegurarme de que se me protegía de los paparazzi".
Corinna también relató varios episodios de amenazas por parte del general Sanz Roldán, tanto por correo electrónico como "en una llamada excesivamente desagradable". La empresaria llamó después al rey Juan Carlos para denunciar "la irracionalidad" de las amenazas, algo que propició que Sanz Roldán llamase a la empresaria al día siguiente para disculparse. Fue el rey también, según el relato de la empresaria, el que "siempre se esforzaba en dejar claro que era él quien daba las órdenes al general". Justificaba así el "no poder negarme" a la reunión que mantuvo en Londres con el jefe de los servicios secretos, supuestamente por instrucciones del rey Juan Carlos. "Una reunión muy incómoda, porque querían que tuviese lugar en mi habitación en Londres". Que, según la empresaria, había sido allanada en varias ocasiones, antes y después de la reunión. Los intrusos llegaron a dejarle un libro "sobre la muerte de Lady Di" encima de la cama.
La empresaria afirmó como testigo la veracidad de las declaraciones por las que comparece Villarejo: "Sanz Roldán me amenazó a mí y a mis hijos". En una reunión en Londres con Sanz Roldán, el general le habría dicho a Corinna que, de no plegarse a sus instrucciones, "no podía garantizar mi seguridad física ni la de mi hijos", algo que dejó nuevamente "aterrorizada" a Larsen. Corinna también afirmó que no denunció esas amenazas ante las autoridades porque "habría sido como denunciar al rey Juan Carlos, que le daba las órdenes. Al tener inmunidad diplomática y estar protegido por la ley no tendría consecuencias y pondría en riesgo mi seguridad".
En su turno como testigo, Sanz Roldán ha negado todas las afirmaciones de Larsen, especialmente las referidas a cualquier amenaza o actuación contra la empresaria. Asimismo, ha declarado que no había conocido en persona a Villarejo hasta la sesión de hoy.
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