Si quieres una nueva vida en 2021 piensa en pequeños cambios: los expertos afirman que es el truco para lograr lo que desea

Acabamos de empezar un año complicado lleno de incertidumbre, pero no deja de ser una nueva oportunidad para acercarnos a la vida que deseamos llevar dejando atrás lo que ya no nos sirve. ¿Por dónde podemos empezar para conseguir un objetivo tan ambicioso? Por si tu lista de cosas que quieres lograr este 2021 incluye realizar grandes cambios en tu existencia hemos consultado con la Dra. Marisa Navarro, terapeuta y autora de Las ruedas dentadas (pequeños cambios para grandes cambios) para que ni el síndrome del impostor, ni el autosabotaje, ni una autoestima poco alimentada te frenen. Toma nota: la clave está en dar pasos pequeños.

Paso 1: la situación es excepcional, pero la incertidumbre es siempre la misma

La estabilidad, aunque no lo creamos, es un espejismo. Puede que te parezca que este es el peor momento posible para intentar cambiar algo importante en tu vida, pero en realidad es tan bueno como cualquiera otro. “Y si hay algo que nos da esa seguridad que tanto anhelamos son las ilusiones, las metas, los proyectos. Los seres humanos tenemos una gran capacidad de adaptación y de superación. De nosotros depende el no perder nunca el poder de ilusionarnos. Y los cambios y las metas nos ilusionan”, asegura la experta. ¿Preparada para ilusionarte?

Paso 2: analiza tu camino hasta este momento

Cualquier cambio, no importa el tamaño que tenga o lo importante que sea, siempre está compuesto a su vez de pequeños pasos. Piénsalo un poco: analiza cualquier gran cambio que hayas vivido en tu vida. Aunque tomes conciencia de él en un determinado momento si lo revisas a fondo te darás cuenta de que hay todo un proceso de pequeños cambios detrás de ese momento. Tu objetivo ahora es pensar qué pasos debes dar para esa meta grande que te has propuesto y te va a cambiar la vida.

Paso 3: desmenuza tu objetivo para hacerlo accesible

Los pequeños cambios ayudan a conseguir lo que deseas porque son más asequibles, manejables, fáciles de llevar a cabo y de mantener en el tiempo. Este es el gran secreto de los pequeños cambios y por eso nos acercan a nuestro objetivo.

“Para implementar los pequeños cambios yo le digo a mis pacientes que tienen que ser fáciles, atractivos y placenteros. La Acción/Repetición/Costumbre es una de las técnicas de la Medicina Emocional”, explica la experta.

Al pensar en los pasos que tienes que dar para conseguir tu gran objetivo proponte metas fáciles, porque si el listón de las tareas que te impones son demasiado complicadas y difíciles de cumplir, es posible que las realices al principio, cuando estás con el depósito de la fuerza de voluntad y la motivación llenos. Pero esta parte se desinfla con relativa brevedad, y entonces si tienes por delante algo demasiado difícil es posible que abandones.

Por ejemplo, si tu objetivo de 2021 es llevar una vida más sana, simplifica en pasos pequeños. Por ejemplo, empieza por plantearte desayunar fruta en vez de bollería, solo eso. Póntelo fácil: no incluyas bollos en tu compra semanal y acude a la frutería una vez a la semana Y piensa con tus cinco sentidos para que comer fruta sea un placer a la altura de unas galletas: compra un frutero bonito para que la puedas lucir preciosa en la encimera de la cocina, cómprate un bol para que puedas disfrutarla a gusto, busca recetas para prepararla de formas distintas, déjala preparada la noche anterior para que no te dé pereza comerla… hay muchas cosas que puedes hacer para que este pequeño paso sea un triunfo.

Paso 4: sé constante en tus pequeños cambios

“Cualquier pequeño cambio, realizado de manera constante y mantenido en el tiempo, nos va a llevar a un gran cambio. Tanto en positivo como en negativo. Funcionamos como las ruedas dentadas de un reloj, que giran en sincronía, y cualquier cambio de dirección en cualquiera de ellas, por pequeño que este sea, influye en todas las demás”, asegura la Dra. Marisa Navarro.

El que cambiemos en nuestro desayuno una napolitana de chocolate por un bol de fruta parece algo insignificante, sin embargo si mantenemos ese cambio positivo en el tiempo, esa pequeña acción no sólo convierte a nuestro desayuno en más saludable, sino que va a ir creando una nueva identidad en ti misma, la identidad de “una persona que desayuna saludable”, y eso puede llevar a muchos otros cambios positivos.

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