La vida en Madrid de Carlo Costanzia, hijo de Mar Flores: música trap, la compañía de sus perros y el orgullo de su madre

En agosto de 2017, Carlo Costanzia Flores (28) concedía su primera entrevista y lo hacía en la edición de papel de Vanity Fair. Pocos conocían entonces al primogénito de la modelo y diseñadora Mar Flores que soñaba con dedicarse al cine y la música. “En cierta forma, la música me ha salvado la vida”, decía entonces. Y ahora ha cumplido ya algunos de sus sueños. Ha participado en la serie de Atresmedia Toy Boy y este fin de semana lanzaba al mercado su nuevo single, Alí Babá.

La canción viene acompañada por un videoclip rodado en Madrid en el que Carlo demuestra que el trap en español es lo suyo. No es el primer tema que escuchamos de él (de hecho también sacó un par de ellos bajo el pseudónimo de Carlo Brigante y en noviembre sacó su disco C.C.C.), pero sí con el que pretende sumarse a la tendencia musical más actual y en su segundo idioma materno además del italiano (también habla inglés). “Me gusta todo tipo de música, pero fundamentalmente el rap con bases amenas, que es lo que yo hago. Eso se lo debo a tres artistas que me han marcado: Ray Charles, Amy Winehouse y Bob Marley. Me ponen los pelos de punta”, contaba en la citada entrevista.

https://youtube.com/watch?v=NwbWf4Am2eU%3Frel%3D0

Carlo Costanzia va despacio en su carrera pero con las cosas muy claras. Desde que hace casi cuatro años apareciera por primera vez en los medios, le hemos visto en una de las series más populares de Netflix (en Antena 3 no contó con el favor de los espectadores) y ha logrado millones de fans en buena parte de Estados Unidos, Latinoamérica y hasta de India gracias a su papel de Jairo, un stripper sordomudo –tuvo que aprender lenguaje de signos–, en Toy Boy (2019).

El año pasado grabó junto a María Valverde y Álex González una de las películas que prometen conquistar corazones en apenas unos meses. Se trata del largometraje Fuimos canciones, la adaptación de la bilogía Canciones y recuerdos de la escritora Elísabet Benavent, muy conocida por la saga Valeria, que también ha sido adaptada por la plataforma pero en forma de serie.

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El orgullo de sus padres

Mientras llega el momento del estreno de la película, está centrado en la música y también en hacer algunas colaboraciones en el mundo de la moda (está entre la cartera de modelos de la agencia Sight Management, que lleva entre otros tops a Andrés Velencoso), como en octubre de 2020 cuando le vimos en la Gran Canaria Swim Week by Moda Cálida. Está instalado en Madrid y a sus 28 años (los cumplía en noviembre y su madre le felicitaba en las redes con unas palabras muy emotivas en italiano: Il mio bambino, il mio primogenito, l’amore della mia vita -"Mi niño, mi primogénito, el amor de mi vida") se ha formado para ser actor. Obtuvo el certificado de la Academia Tangram Teatro en Turín (Italia) y ha estudiado durante dos años en la escuela de preparación actoral Juan Codina, una de las más importantes de la capital.

Siempre ha estado muy unido a sus padres, pese a la distancia que lo separó de su madre cuando era tan solo un adolescente (sus progenitores se divorciaron cuando él tenía 5 años). Con 12 años se mudó a Milán con su padre, Carlo Costanzia di Costigliole, una etapa difícil en la que contó con una gran aliada: la música. “Siempre que tienes que elegir entre una figura u otra es duro… Fue una etapa complicada porque tuve que dejar a mi madre y a mis amigos en Madrid. Entonces empecé a escribir canciones; era mi manera de desahogarme –recuerda–. Por aquel entonces escuchaba mucho rap. Así es como me di cuenta de que con la música podía aliviar la pena y la ira”, explicaba en Vanity Fair.

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Empezó a trabajar como camarero

Tras terminar el colegio en Milán, regresó a Madrid y su primer trabajo fue como camarero. Nunca quiso aprovecharse de la fama de su progenitora y prefirió empezar desde abajo a buscarse la vida. “Heredé la simpatía de mi madre y el carácter de mi padre. Soy muy bueno, pero cuando me enfado…”, contaba entonces. Con su padre, alejado desde hace años de los medios, tiene una relación muy estrecha y así lo demostraba el pasado 30 de diciembre, fecha en la que felicitaba al italiano con un bonito post en Instagram. “Felicidades padre. Felicidades a ti que estás siempre en lo bueno y en lo malo, que darías la vida por tu familia, que me has enseñado todos los grandes valores que tengo, la educación, la paciencia y la fuerza para levantarme cada vez que me caigo. Porque sin ti no sería nada de lo que soy. Te amo”, escribía el joven junto a varias instantáneas junto a su padre a bordo de un yate, un post al que la propia Mar Flores contestaba con un elocuente “Wow”.

Tras un tiempo alejado de la música volvió a recuperar la ilusión y empezó a componer. Entonces surgieron los primeros temas y sus ganas de triunfar sin tener que pasar por un reality como algunos miembros de su familia (hasta reconoció que no tenía televisión). Porque a Carlo la fama no le interesa, la ha vivido desde que nació y no es algo que le preocupe. “Mi meta no es la fama, ya la conozco y no me interesa. Quiero ser bueno en lo que haga. Prefiero que digan que soy buen tío o buen novio a que me señalen y digan: “Ahí va el famoso”, confesaba.

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La compañía de sus perros

A España llegó enamorado de una entrenadora personal que le puso en forma, pero su relación terminó hace un tiempo. En agosto de 2019 mantuvo un romance con la modelo y bailarina malagueña de raíces cubanas Mel Hidalgo con la que compartió set en Toy Boy y varios viajes de placer a Italia y a las Islas Canarias. Mel ha sido gogó en algunas discotecas muy conocidas como Kapital en Madrid y ha participado en videoclips de cantantes como Manuel Carrasco o en el corto musical de Elsa Pataky para Women’ Secret en 2016. Estuvieron juntos unos meses y terminaron su historia de amor para ser solamente amigos.

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Ahora disfruta de la compañía de sus tres perros -con los que pasó el confinamiento-, le gusta cocinar y estar solo, ha recuperado el tiempo ‘perdido’ para estar más con sus hermanos pequeños (los hijos de Mar y Javier Merino) y ha añadido algunos tatuajes a sus brazos ya diseñados con la cara de Amy Winehouse, un micrófono, un giradiscos y algún otro elemento que refleja su pasión por la música. En breve le veremos de nuevo en la pequeña pantalla y su música ya está en Spotify y en YouTube. Carlo Costanzia se ha propuesto brillar con luz propia y poco a poco va recogiendo los frutos de su trabajo y logrando algunas de sus metas sin hacer ruido pero con paso firme.

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