Pocas firmas de moda han sabido crear un halo tan seductor a su alrededor como Chanel. Una fiebre que ha contagiado a todo tipo de mujeres en el mundo, desde actrices de la altura de Marilyn Monroe o Keira Knightley hasta princesas, como la mismísima Carlota Casiraghi, quien precisamente hace pocas semanas era anunciada como nueva embajadora de la marca. Bajo una nueva batuta creativa, esta vez la de Virginie Viard, sucesora del legendario Karl Lagerfeld, quien falleció en febrero de 2019, hemos visto a Chanel evolucionar con presentaciones como el último desfile Métiers d’art, celebrado en diciembre en el Château de Chenonceau.
Abanderada de un estilo inconfundiblemente parisino que sin embargo ha sabido exportar a todo el planeta, Chanel representa la elegancia y la atemporalidad, a través de elementos como las perlas o el tweed, algunos de los préstamos más fructíferos que Gabrielle Chanel tomó y reinterpretó hasta hacerlos propios. Hace 100 años, Coco Chanel dio el primer paso para convertir su negocio en la firma legendaria que es hoy: en 1921 convirtió su icónica tienda de la parisina Rue Cambon en un concepto inédito, la boutique, abriéndola a los complementos, las joyas y los perfumes.
También fue el año en que la genial Gabrielle lanzó su primera línea de maquillaje; y, sobre todo, creó (mediante las nobles artes de Ernest Beaux,el perfumista de los zares) su fraganciamás icónica, la Nº 5. El nombre, por cierto, hacía referencia al número preferido de Coco Chanel y a la fecha (5 de mayo) en que la diseñadoradora solía presentar sus grandes colecciones de moda.
Con esencias de flor de naranjo amargo, jazmín, rosa, madera de sándalo, vainilla y vetiver entre sus ingredientes principales, el éxito del nº5 es hoy digno de estudio y admiración. Un superventas imbatible que ya tiene estatus de icono, habitual en el tocador de las mujeres más seductoras de mundo, entre ellas, por supuesto Marilyn Monroe quien afirmaba que lo único que se ponía antes de ir a la cama a dormir eran un par de gotas del susodicho perfume.
Además, en 2021 también se cumplirán 50 años del fallecimiento de la modista, que murió a los 87 años en la habitación del hotel Ritz de París donde había vivido durante los últimos 30 años de su vida. Será 2021, por lo tanto, un año Chanel; el Palais Galliera se adelantó al hype con su gran exposiciónGabrielle Chanel: fashion manifiesto (que podráverse hasta marzo de 2021).
La editorial Assouline tambiénha llegado pronto a los fastos, con la edición conjunta de sus tres libros más representativos sobre la marca en un lujoso cofre titulado, muy adecuadamente Memoire. Los tres volúmenes –Chanel Fashion, Chanel Jewelry and Watches y Chanel Fragrance And Beauty–, bellamente ilustrados y escritos por tres expertos en la modista, cubren las tres áreas principales de su labor creadora, constituyen un testimonio imprescindible sobre la carrera y los logros de la legendaria creadora… y son un buen principio para un año marcado por la nostalgia fashionista.
El 10 de enero, en el 50 aniversario de la muerte de Coco, Espasa publica Las hermanas Chanel (Judithe Little), una novela con ambiciónde best-seller (se edita en 13 países) sobre los inicios de su carrera que pone el foco en su muy desconocida hermana Antoinette, que creció con ella en el orfanato y fue su gran apoyo.
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