María Pombo se convirtió en mamá primeriza el pasado 27 de diciembre, cumpliendo así su gran sueño de ser madre. Tal y como ella misma ha desvelado, se trató de un parto inducido después de que los médicos vieran el día anterior que Martín, así ha llamado a su bebé, estaba creciendo «muy, muy poquito»: «Por supuesto esa noche no dormí de los nervios, lo que no sabía es que me esperaba el mejor día de mi vida«.
Define su experiencia de parto como lo más «bestia» que ha vivido «hasta el punto de que lo repetiría mañana mismo». Ella misma es consciente de la suerte que ha tenido, ya que hay partos muy duros. No tardó en pedir la epidural, aconsejada por su matrona, «no hay que sufrir de más», y asegura que esa fue la parte más molesta, la del pinchazo, pero aún así consiguió que el parto fuera rodado. A las 18 horas llegaba al mundo su pequeño Martín convirtiendo a María y Pablo en las personas más felices del momento.
La pareja ya está en casa y ahora María ha querido mostrar cómo ha quedado su barriga después del parto. «Estoy alucinando con el cuerpo de la mujer. No me cabe en la cabeza como es posible que hace 6 días tuviera a Martín dentro. Somos de otro planeta«, confiesa. «Este es MI caso y estoy orgullosísima de mi cuerpo, de lo que he sido capaz de crear en 9 meses, de los kilos de más y de cómo se está recuperando». Y por si fuera poco, ha adquirido un nuevo talento… ¡Hacer la danza del vientre!
La recuperación la está llevando bien aunque con las molestias típicas de las lumbares y los puntos. Además, asegura que tiene un bebé que es «un Santo» y que a penas llora durante el día.
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