QUÉ HA PASADO
• Ayse recibe un cisne de origami que la lleva al pasado.
• Hulya sospecha del falso matrimonio de su cuñado.
• A Kerem le incomoda que Ayse se bese en un anuncio.
Ceyda prepara una campaña de publicidad para Mudamu basada en cisnes. “Esto no puede ser una casualidad…”, piensa Ayse, aunque no entiende que su compañera pueda conocer los recuerdos que le trae ese animal. Pensando que ha sido Kerem quien se lo ha contado, se acerca a verlo al despacho. No es el único conflicto que debe resolver la joven diseñadora, pues su suegra la cita para hablar sobre su situación.
Desde la cena familiar, Yelda sospecha que su nuera no quiere a su hijo y que se casó solamente por dinero. “Hay tantas evidencias… ¿Cómo es posible que os enamorarais tan rápido? Ahora lo entiendo todo, el interés que tenías en mi hijo era otro”, le dice. Ayse lo niega: “Estás confundida. El amor no tiene reglas y nosotros nos queremos desde el primer día”.
Tras el tenso encuentro, vuelve a casa para comentarlo con Kerem, pero le resulta imposible: está algo pasado de copas y la recibe con un ramo de rosas y un osito de peluche y tratando de besarla: “Eres tan especial. Deseo estar contigo el resto de mi vida”. Desconcertada por la situación del empresario, ella le sigue el juego hasta que este cae rendido en la cama, abrazado al peluche y sin arropar.
Se convoca una vital reunión en Mudamu
Días después, Yelda también llama a su hijo, poniéndole entre la espada y la pared: “Dejad de disimular. Vuestra relación es una farsa, pero guardaré el secreto por ti”. Mientras tanto, Mushin reúne a los altos cargos de la empresa pues en las redes sociales hay una campaña de desprestigio a Mudamu. “Hay que averiguar quién está detrás. Sospecho de la competencia”.
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