- El actor trabajó junto a Irem Helvacioglu en Fugitiva.
- Mehmet Ali Nuroglu tiene una larga trayectoria con 12 telenovelas y 11 películas.
Vinculado a la actuación desde niño, Mehmet Ali Nuroglu, estudió Psicología pero lo dejó para dedicarse a su auténtica vocación. Con los años ha retomado esos estudios en la Universidad «más que nada por curiosidad», afirma. Tiene 41 años y está casado desde hace nueve con la astróloga y aficionada al yoga como él, Cicek Nuroglu. Además, el actor turco, que conocimos en España como el villano Vedat en Fugitiva, adora a los animales y le encanta leer.
– ¿Cómo llegaste a Fugitiva?
– A finales del verano de 2018 hice una prueba para Vedat. En realidad querían que la hiciera para Mustafa, pero yo insistí en Vedat. Eligieron a otro actor y comenzaron a rodar. Después de un par de meses me volvieron a llamar y me preguntaron si aún quería participar en la serie. En cierto modo, cuando elegí a Vedat, él también me eligió a mí.
– ¿Qué opinas de él?
– Es un hombre muy complicado, con muchos defectos y trastornos tanto en su psique como en su mente. Ya conocéis la historia, que él no conocía a sus verdaderos padre y madre. Él y su primo Eysan fueron criados por un padrastro psicópata que sistemáticamente los maltrataba y torturaba. Vedat acaba deshaciéndose de él cortándole la garganta cuando tiene unos 8 años. Con estos antecedentes, realmente tuve una gran oportunidad como actor de retratar a un personaje que tiene una enorme profundidad emocional y una gran supervivencia instintiva mental y física.
– ¿Qué es lo que más te gustó del personaje?
– Nunca se rinde, nunca se somete a nadie. Esos fueron aspectos que disfruté al interpretarlo. Fue divertido pero también tengo que reconocer que fue difícil, sobre todo físicamente, y a veces acababa agotado.
– ¿Te apetecía ser un villano?
– A lo largo de mi carrera siempre quise ser el villano, pero hasta que llegó Vedat (en 18 años) no había tenido esa oportunidad. Los malos siempre están más vivos que los buenos en televisión. Porque a la gente le encanta ver lo «bueno» en los villanos, pero odian ver lo «malo» en los héroes. Por eso, los héroes siempre son perfectos, algo que es imposible e irreal, y también aburrido. Pero los malos son reales. Todos somos buenos y malos, nadie es perfecto.
– ¿Cómo justificas el comportamiento de Vedat hacia Nefes?
– Es muy difícil explicar las intenciones y motivaciones de alguien. Y no es mi labor, sino la de psiquiatras, autores, etc. Para mí, todo lo que Vedat quería era ser amado y aceptado.
– ¿Encuentras algún parecido entre Vedat y tú?
– Aceptación y amor… En este aspecto puedo decir que somos iguales. Pero sus acciones y métodos son un poco diferentes a los míos -risas. Si conociera a alguien como él, le recomendaría encarecidamente que viera a un psiquiatra.
– ¿Cuál fue la escena más difícil durante el rodaje?
– Físicamente, fue una en la que me colgaron por las piernas en la grúa del barco de la arena. Era peligroso y estábamos en medio del mar del Norte. Disfruté cada momento de esa escena, pero fue agotador. El director me dio muchos descansos, pero yo estaba atado de piernas y manos, así que en los descansos todo lo que podía hacer era acostarme en la arena y respirar. Emocionalmente, la escena más difícil fue en mi último episodio, donde yo estaba tumbado como si estuviera muerto y el Imam estaba lavando el cadáver de Vedat.
– ¿Esperabas que Vedat muriera?
– No, me sorprendió. Imaginaba que moriría pronto, pero no tanto. Y me enteré solo tres días antes de esa escena. Todo el equipo lloraba por su muerte. E incluso el público estuvo muy molesto, mucha gente dejó de ver la serie. A pesar de ser un verdadero demonio, de alguna manera casi todos lo querían.
– ¿Qué te decía la gente por la calle?
– Al principio, todo el mundo estaba muy enojado con Vedat, era una especie de objeto de odio en Turquía. Pero personalmente siempre fui elogiado por mi interpretación. La gente mostraba respeto, aunque no había nada que respetar en Vedat. Abrí mi corazón e intenté ser lo más sincero posible en mi actuación, y la audiencia se dio cuenta de eso, creo.
– El maltrato a las mujeres es un tema bastante común en las series turcas. ¿Es una situación frecuente en tu país?
– Lamentablemente, el maltrato de las mujeres es un tema importante para mi país. Turquía es un país moderno en las páginas de los periódicos, pero las relaciones feudales siguen actuando bajo esa superficie moderna. Desde la familia hasta los asuntos estatales, todo está dominado por los hombres. Pero creo que eso cambiará, nuestra etapa será la etapa de las mujeres. Ellas son más sensuales, más realistas, empáticas y vivas que los hombres. Este proyecto ayudó en esta lucha, ya que está en contra de esa violencia. Mucha gente protestó contra Fugitiva por su lenguaje masculino y la violencia, pero yo no creo que mostrar violencia haga que la gente lo sea. Vedat se convirtió en un anti icono. Mi familia y mis amigos estaban preocupados, pero yo sabía que pasaría. Después he hecho otro personaje, Kenan, un buen tipo, la gente lo llama el «aga» feminista, el caballero ingenuo. Pasé de ser el odiado por las mujeres a ser el adorado por las mujeres. Así es el trabajo.
– Solo tienes 41 años pero cuentas con una larga carrera como actor. ¿Te sientes afortunado?
– Han pasado casi 20 años desde que comencé. Adoro mi trabajo. Me encanta vivir a través de mis personajes muchas historias que nunca podría llegar a vivir en mi vida. La parte creativa de mi trabajo me fascina. Pero la televisión es una gran industria y hay que actuar la mayoría de las veces como hombre de negocios, algo que yo nunca conseguí, porque está más allá de mis facultades y capacidades, y emocionalmente realmente odio ese aspecto de mi trabajo. No tengo buena relación con la popularidad que este trabajo conlleva. La fama no me gusta, te quita libertad y anonimato. Cuando la gente te ve en televisión te etiqueta. Y yo odio eso; soy yo mismo y me niego a ser etiquetado. Me gusta caminar por las calles libremente, actuar como quiero. La mayoría de las veces lo hago.
– ¿Cómo fueron tus comienzos?
– Tenía quince años cuando di una clase de teatro en mi escuela. Desde entonces nunca dejé de actuar. Estudié Teatro en el Conservatorio Estatal y, antes de mi graduación, ya empecé a actuar en televisión. Soy actor y nada más. Nunca hice ningún otro trabajo. Me siento afortunado porque soy uno de los pocos que se gana la vida con lo que le gusta hacer. Por supuesto, hay grandes dificultades en mi trabajo, especialmente en Turquía, donde no hay derechos de autor, no hay sindicatos legales y efectivos. Me pagan solo una vez y trabajo de 15 a 16 horas al día durante meses.
– ¿Te gustaría trabajar en cine?
– Sí, desearía tener más oportunidades en el cine que en la televisión. Trabajé con directores turcos muy importantes como Nuri Bilge Ceylan y Dervis Zaim. Pero me gustaría ser parte de proyectos cinematográficos internacionales. Aún no me ha llegado, pero tal vez en el futuro.
– Empezaste estudiando Filosofía y ahora has regresado…
– Sí. Hace 20 años cuando era muy joven y estaba lleno de pasión por el teatro, dejé la Universidad Técnica del Medio Oriente para estudiar Interpretación. He vuelto a la Filosofía en la misma escuela y el mismo grado pero 20 años mayor. Lo hago por curiosidad, simplemente.
– ¿Hay artistas en tu familia?
– Mi padre es un coronel retirado y mi madre, ama de casa. Creo que soy el único que es artista en mi familia.
– ¿Qué dijeron tus padres cuando les anunciaste que querías ser actor?
– Hice los exámenes del conservatorio y no se lo dije a mis padres hasta que tuve los resultados. Mi padre se enfadó mucho y durante un tiempo no me habló. Pero ahora él es un gran defensor de mi trabajo, me apoya mucho, al igual que mi madre. Si no fueran un apoyo, sería muy difícil para mí haber estudiado actuación y sobrevivir. Se lo agradezco.
– ¿Cuál ha sido el proyecto más importante para ti?
– Mi primer papel principal fue en Cemberimde gul oya. El título es una vieja canción turca que fue muy famosa en los años 70; es muy difícil de traducir. La versión mundialmente conocida de la cantante Selda Bagcan es un símbolo para los revolucionarios, la gente de izquierdas. La serie fue un drama de época que tuvo lugar en los años 70, y yo interpreté a un revolucionario. Fue un gran éxito en Turquía, aún tiene muchos fans. Aprendí mucho de esa serie. Fue y sigue siendo muy especial para mí.
– ¿Qué te gusta más, el teatro, el cine o la televisión?
– Lo importante es el proyecto, pero veo un problema en la televisión: los proyectos duran demasiado y acabo aburriéndome fácilmente. Si tuviera que elegir, preferiría el cine solo por esto. Pero reconozco que también echo de menos estar en el escenario. El teatro es mi punto de partida y creo que terminaré ahí, con suerte.
– ¿Qué prefieres: comedia o drama?
– Prefiero el drama. Y soy amante del drama clásico.
– ¿Qué tipo de personaje te gustaría interpretar?
– Me gustaría Ricardo III.
– ¿Qué tipo de personaje te ofrecen más a menudo?
– Te sorprenderá, pero sobre todo los enamorados románticos. A lo largo de mi carrera siempre interpreté hombres apasionados y amables, excepto en Fugitiva.
– Después de Fugitiva trabajaste en Guvercin, también como protagonista…
– Sí, yo comencé mi carrera con un papel principal y la mayoría de mis roles fueron así. Pero no creo que interpretar al protagonista signifique que tienes éxito. Por el contrario, si actúas en un papel secundario y brillas, ese es el éxito. No hay papeles grandes ni pequeños. Hay actuación. Eso es todo.
– ¿Qué te parece el público español? ¿Has estado en España?
– Lamentablemente no. Hace 10 años planeé un viaje a Granada donde iba a inscribirme en un curso de español. Pero al mismo tiempo recibí una oferta de Arcola Theatre en Londres. Así que aproveché esa oportunidad y me quedé en Londres durante 5 meses trabajando como actor. Fue encantador e inolvidable. Pero quiero viajar a España. Sería muy agradable estar allí un par de meses.
– ¿Cómo es tu vida cuando no actúas?
– Leo la mayor parte de mi tiempo libre. Me gusta hacer fotografías, caminar por las calles. Y ayudo a mi esposa con las tareas del hogar.
– ¿Te gustan los animales? ¿Tienes mascotas?
– Tenemos 10 gatos y un perro. ¡Los amo!
– ¿Cómo te cuidas?
– Practico yoga desde hace más de 10 años. Intento ponerme al día con una práctica regular, pero es muy difícil cuando estoy trabajando.
– ¿Cómo es tu vida familiar?
– Estoy casado con una mujer maravillosa que adoro. El matrimonio no es un cielo y tampoco es un infierno. Es la relación más intensa que uno puede experimentar. Si quieres conocerte mejor, lo mejor que puedes hacer es casarte. Con el tiempo, uno se convierte en un espejo para el otro. No te puedes escapar a enfrentarte a ti mismo a través de tu pareja. Le agradezco a Cicek que sea ella misma todo el tiempo, que haya sido honesta siempre y la paciencia que me ha demostrado. No soy el hombre más fácil del mundo. Y soy actor. Ya sabes, nuestra reputación no es demasiado buena. Y mis horas de trabajo son demasiado largas e irregulares. A veces todo es muy desordenado. Pero hasta ahora hemos logrado permanecer juntos.
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