Usar acondicionador es un poco como brindar con cava en Navidad. Siempre lo haces, pero no está muy segura de por qué. Esencialmente, es la columna vertebral de su rutina de cuidado del cabello. «La exposición a la contaminación, los rayos ultravioleta, el aire acondicionado y la calefacción significa que las cutículas del cabello se dañan, lo que genera porosidad y rotura», dice la artista del cabello Charlotte Mensah. Un acondicionador, explica, rellena esas «heridas», recubre el cabello y alisa la cutícula. Es parecido a rellenar con cemento un bache.
¿Acondicionar religiosamente y aún así terminar con el cabello apagado, seco o encrespado? Puede que estés usando la fórmula incorrecta. Para saber qué tipo necesitas, aquí tienes una prueba sencilla.
El truco para saber qué acondicionador debes usar
Toma un mechón de tu cabello y colócalo en un vaso de agua:
Si flota…
Entonces tiene una porosidad baja, mientras que las hebras que se hunden lentamente tienen una porosidad normal. Para cualquiera, «opte por acondicionadores livianos, ya que es probable que las hebras estén bien», dice Antony Rawlings del salón Lockonego de Londres.
Prueba:
Este acondicionador no contiene silicona, por lo que no cubrirá el cabello ni lo hará pesado. También está repleto de jojoba hidratante, que es incapaz de penetrar y apelmazar el mechón de cabello, pero cubre y sella la cutícula con un ligero toque.
Si se hunde…
El cabello que cae directamente al fondo es muy poroso, lo que significa que tendrás muchos baches que llenar. «El cabello muy poroso generalmente se ha teñido o relajado químicamente», agrega Rawlings. «Además de lubricar la cutícula externa, su acondicionador necesita fortalecer los enlaces que se encuentran en el núcleo interno».
Prueba:
Esta mascarilla contiene eritritol, un ingrediente héroe, que transporta agua a la fibra capilar y, una vez allí, se une a las proteínas. Mejora el flujo de agua dentro y fuera del tallo para que el cabello se mantenga hidratado. El aceite monoi agregado también cubre cada hebra para formar un sello, evitando que la humedad se escape.
Vía: Women’s Health ES
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