Si hay una prenda que el káiser de la moda, Karl Lagerfeld, amaba por encima de cualquier otra, esa era la camisa blanca. Responsable de la casa de moda francesa Chanel, el diseñador, además de añadirla a todos sus looks, siempre afirmó que esta pieza era el mayor indispensable de cualquier armario femenino.
El estilo clásico de la camisa blanca se encuentra presente desde en los estilismos más aclamados de grandes referentes de estilo francés antiguos como Brigitte Bardot o Jane Birkin -que continúan su legado estilístico a día de hoy- como en el street-style más actual de las consultoras de moda más reputadas de las redes sociales.
Porque la camisa blanca es para los franceses, lo que los colores vívidos pueden ser para las danesas. Las propuestas de las firmas en moda llenan cada temporada sus colecciones con alguna camisa blanca, pero las reinterpretaciones alternan diferentes estilos cada temporada para adaptar, a los nuevos tiempos, sus siluetas y conseguir que su influencia continúe perenne década tras década. Si bien Dolce & Gabbana, Tory Burch o Etro han optado por añadirla sobre estilismos uniformados de traje, otras firmas como Celine, o por supuesto, Chanel, han añadido toques de modernidad sobre estilismos más bohemios -en el primer caso- y otros más estructurados pero atrevidos -en el segundo-.
Es indudable que la camisa blanca nunca pasa de moda. En su binomio junto al negro o en rompedoras explosiones de color, esta prenda es y siempre será el básico más atemporal del vestuario. Mostramos a continuación algunos referentes franceses que han apostado por ellas y también, diferentes propuestas de las firmas de moda que ya tienes a tu alcance.
Asiduas a lucirla, Brigitte Bardot y Jane Birkin son tan solo dos de la gran lista de nombres de mujeres francesas que optaban por la camisa blanca como principal protagonista de sus estilismos.
Con abrigo, blazer, sin ropa exterior y en diferentes estilos. La camisa blanca corona las preferencias de las que más saben de moda.
¡La quiero!
¡La quiero!
¡La quiero!
¡La quiero!
¡La quiero!
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