La furia de un padre; ‘Acacias 38’

QUÉ HA PASADO

• Felipe regresa al barrio y se reencuentra con Genoveva.

• Rosina traza un plan para alegrar a su amiga Susana.

• Daniela está investigando a los Olmedo

Harta de mentiras, Anabel enfrenta a su padre y le pregunta si fue él quien mató a Carlos Almijo. El hombre, viéndose descubierto, intenta hacer cambiar de opinión a la chica: “Quien te dijera eso es un malnacido, no puedes considerar que sea verdad”.

No obstante, la joven intuye que algo raro pasa y se niega a creer sus palabras. Marcos, desesperado, la abofetea por su atrevimiento y le impide salir de casa hasta nueva orden: “Te quedarás encerrada si no entras en razón”.

Minutos después, Bacigalupe sale al encuentro de Aurelio, pues sospecha que fue él quien reveló a su hija su acto criminal. Incluso, le apunta con un revólver y lo amenaza con matarlo si vuelve a entrometerse en su vida.

Luego, baja la pistola y superado el fatal instante se refugia con Soledad. Esta aprovecha el momento de complicidad para contarle sus sospechas sobre la muerte de Felicia: “Creo que fue Natalia quien la mató. Pasaba mucho tiempo con ella durante tu ausencia y pudo haberla envenenado”.

Mientras pasea por el barrio, Alodia ve a Ignacio con muy malas compañías y considera que José tiene razón al desconfiar del recién llegado. Además, este no ha dudado en pedirle grandes cantidades de dinero a su tía últimamente, supuestamente para comprar material para la universidad.

Esa misma noche, el estudiante llega a altas horas de la madrugada borracho. Bellita y la criada son quienes lo ayudan a meterse en la cama y tapan su escapada frente al patriarca de los Domínguez.

Por otro lado, Daniela sigue adelante con su labor de investigar a los Olmedo. Roger, su contacto, se presenta en el barrio para pedirle un informe acerca del matrimonio: “Necesito datos, saber si lo que sospechamos sobre ellos es cierto o no”.

En ese momento aparece Sabina, que está a punto de escuchar la conversación. Sin embargo, la hábil camarera finge que el señor es simplemente un cliente interesado en comer en el restaurante. “Debes de tener más cuidado o podrían sorprendernos con las manos en la masa”, advierte preocupada a su cómplice.

Durante el día, Roberto aparece por sorpresa en el bar. Ha llegado de su viaje de Suiza y su familia le da la bienvenida con los brazos abiertos.

Quien también es recibido con alegría entre sus vecinos es Felipe. Después de ese primer encuentro tenso con Genoveva, todos los habitantes de Acacias lo abrazan y saludan por su vuelta. Concretamente Miguel, que está encantado de conocer al abogado, le pide que se convierta en su mentor: “Me gustaría ser tan buen profesional como usted. Lo admiro mucho”.

Liberto y Rosina sufren al ver la ilusión de Susana con el sombrero que cree que le envió Armando y deciden contarle que en realidad ellos se lo compraron. “Lo sentimos. Solo queríamos que estuvieras contenta, pero creemos que mentirte no fue la mejor idea”, se disculpa la pareja. La sastra, decidida a saber qué ha ocurrido con su marido, resuelve viajar a Viena en su busca y ninguno de sus amigos logra hacerle que pare su travesía.

Cerca de allí, Marcelina llora al pensar que Jacinto prefiere a su prima Indalecia antes que a ella. “Seguro que me deja, ya no me quiere”, reflexiona. Sin embargo, sus temores se disipan cuando escucha como su amado le para los pies a la mujer y dice a voz en grito que ama a su esposa por encima de todas las cosas.

En el piso de los Palacios el ambiente está algo tenso. Carmen nota a Ramón un poco distante y eso le duele. Para calmar su mente, la señora decide ponerse a trabajar y ofrecer un servicio de peluquería a domicilio. Esto no gusta para nada a su cónyuge.

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