Penas de amor; ‘Hercai’

QUÉ HA PASADO

• Miran se entera de quién es su verdadera abuela.

• Azize echa a Sehiriyar.

• Gönül se acerca a su primo.

Profundamente desorientado tras la confesión de la señora del pueblo que dice ser su abuela, Miran trata de saber cuál es la verdad. “¿Qué ha sido mi vida durante estos años? ¿Quién miente aquí? A lo mejor todo esto tiene que ver con la persona que nos mandó la nota. No lo soporto más. ¡Estoy perdido!”, grita en lo alto de la montaña, junto a Reyyan que trata de calmarlo.

Yaren, en el punto de mira de la familia

Ajena a lo que ha descubierto su nieto, Azize reúne a la familia para informarles de su decisión: “Elif, Gönül y Esma, preparad las maletas. Os vais de aquí. Es la única manera de proteger a mi familia de los Sadoglu. Están tramando algo”. Sultán y Firat se enfrentan a la matriarca, contrariados. “Mi madre no irá a ningún sitio”, impone el chico. Lo mismo responde la progenitora de Gönül.

Quien sí está conforme con la idea es Elif. “Me iré porque ya no aguanto más a mi abuela ni estar en esta casa”, sentencia, aunque es consciente de que en el fondo hay otra razón que la mueve a marcharse. “Estoy enamorada de Azat”, confiesa más tarde a Sultán, quien ve cómo su plan de juntar a los dos jóvenes va perfilándose. Poco después, la benjamina de los Aslanbey abre su corazón también a Reyyan. “¡Me alegraría tanto que mi primo ytú estuvierais juntos! Te quiero como a una hermana”, dice la esposa de Miran.

Lejos de allí, los Sadoglu comen juntos ante la ausencia de la hija de Zehra. “Reyyan ya no volverá. Se ha ido con Miran y no podemos culparla”, lamenta Hazar. Lo que no imagina es el secreto que su familia ha ocultado hasta ahora. “Miran ha hecho cosas por ella, incluso donó su sangre para que tú te salvaras”, le revela Nasud, dejándolo desconcertado.

Handan lleva varios vestidos a la habitación de Yaren. “Después de todas las maldades que has hecho, solo queda un milagro: casarte. Arréglate para esta noche”, ordena a su hija. “¡Cómo podéis hacerme esto!”, protesta la muchacha, aunque su madre la ignora. En el palacio Aslanbey, Miran trata de convencer a Elif de que se quede: “Pero si es tu decisión, la respetaré. Sabes que tu primo siempre te querrá”.

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