La pasión de Gabrielle Chanel por el mundo literario no es ningún secreto. Más allá de una mera distracción o un hobby, la lectura se convirtió en una necesidad para la afamada diseñadora, ella misma lo confesó a su fiel amigo Paul Morand. Necesitaba leer a diario, adentrarse en un nuevo universo, en un lugar alejado de la realidad, de los problemas. Tal era su amor por los libros, y todo lo que en ellos podía conocer, que los convirtió en su mejor vía de escape.
La lectura ponía en orden sus pensamientos, su mente, algo que terminó por determinar su propio carácter, su relación con los demás y con el mundo. Fue clave para forjar una personalidad única que todavía a día de hoy sigue siendo alabada. A medida que crecía, y con ella su popularidad, los libros le ofrecían la posibilidad de viajar, de conocer mundo, de creer superar límites y fronteras. Poco a poco comenzó a labrar una relación que no se limitaba a las meras lecturas sino también a sus creadores, la comunidad de autores de la época (donde destacan nombres de la talla de Colette, Paul Morand, Jean Cocteau, Max Jacob o Pierre Reverdy). Gabrielle los escuchaba, los apoyaba y les ayudaba a seguir luchando. Una relación de la que ambas partes se beneficiaban: ella era inspiración en sus obras y viceversa.
La diseñadora logró unir ambos universos, el de la moda y el de la literatura, en sus creaciones. Una alianza que ahora, gracias a un nuevo capítulo de la serie de la maison que explora la relación de Coco con el mundo del arte, Inside Chanel, podemos conocer con mayor profundidad.
Harper’s Bazaar España cuenta en exclusiva con esta nueva entrega bautizada como Gabrielle Chanel y la literatura, la número 30, un viaje que nos hace revivir una historia única.
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