Inició su carrera hace siete años nada más terminar interpretación en el Centro de Educación Artística de su México natal. Su primera oportunidad llegó con Gossip Girl: Acapulco y, en el cine, con No manches Frida. A sus 21 años, Regina Pavón ha demostrado su valía, dando mucho que hablar por su sensualidad en la serie Oscuro deseo, de Netflix.
¿Esperabas el revuelo por el erotismo de este trabajo?
No, pero estoy encantada por los resultados en general. Oscuro deseo es un thriller con escenas fuertes y en la que muchos de los actores hemos protagonizado nuestro primer desnudo. Algo complicado, pero gracias al compañerismo fue más llevadero.
Algunas actrices no hubieran aceptado el papel de Zoe.
Una vez firmado el contrato, a Maite Perroni y a mí nos contaron que había desnudos y pensamos que serían negociables. Pero no… nos explicaron que eran escenas necesarias y estaban justificadas.
¿Has visto el resultado?
Cuando grabo pongo el cien por cien de mí, pero luego no me gusta verme porque soy muy critica conmigo y lo paso mal. Sin embargo, durante el confinamiento puse algo y pensé: “¡Santo Dios! Qué mal. Y yo creía que estaba increíble…”. Con el tiempo he corregido errores y he aprendido a valorarme.
¿Cuál ha sido tu mejor papel?
Todos han sido importantes, pero Lourdes Carranza, de Monarca, creo que me dio mayor credibilidad en mi profesión y demostré que no tenían porque encasillarme en el género de la comedia.
¿Para cuándo una telenovela?
He hecho varias pruebas en Televisa, pero no se concretaron. A mí, con que me atrape el personaje, me vale. Quiero hacer cine, teatro y televisión.
¿Con qué sueñas?
Con rodar en distintas partes del mundo. En Estados Unidos o en España, para aprender vuestro arte y compartir escena con la actriz Najwa Nimri.
Tu profesión es un camino complicado. ¿Tienes un plan B?
Escribo guiones, aunque no sé si soy buena o no. Apuesto por el suspense combinado con la tragedia y por temas realistas y fuertes de los que no suele hablarse.
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