¿Cuántas veces te has sentido insegura en el trabajo estos últimos meses? ¿Se te ha pasado por la cabeza que te puedan reemplazar en cualquier momento? Lo que te ocurre es normal porque nadie dijo que ser imprescindible fuese algo sencillo. Sin embargo, existen una serie de pautas que te ayudarán a tener una mayor confianza en ti misma y a saber manejar mejor la incertidumbre y tus expectativas.
1. Usa el tiempo extra para formarte: Gracias al teletrabajo, hemos comprobado que no es lo mismo hablar cara a cara que hacerlo a través de herramientas como Zoom o Google Hangouts. Por eso, nada mejor que apuntarte a un curso sobre cómo mejorar tus habilidades en comunicación digital, donde la palabra y la imagen son tu carta de presentación para triunfar. Pero si tienes poco tiempo, LinkedIn Learning ofrece cursos para “aprender lo que quieras en solo 30 minutos”. Vamos, lo que tardas en comer.
2. Crea tu marca personal: Como dice el fundador y CEO de Amazon, Jeff Bezos, “tu marca es lo que dicen de ti cuando no estás delante”. Muéstrate como una persona auténtica y trata de diferenciarte de los demás. “Debemos estar en alerta y actualización constante: nunca dejar de aprender, ser colaborativo, tener competencias digitales”, apoya Raquel Roca, autora de Knowmads, los trabajadores del futuro.
3. Trabaja tus emociones: Si pasas un mal momento o no sabes gestionar tus frustraciones, contar con la ayuda de un profesional es fundamental, ya que te hará ver que tú no eres el único que tiene problemas. Eso es la inteligencia emocional: conocer tus fortalezas o debilidades, aceptar las críticas y buscar la excelencia, no la perfección.
4. No tengas miedo a los cambios o los retos: Son parte imprescindible de nuestra vida y, enfocados correctamente y con un buen plan de acción, pueden traernos una mejora significativa. Familiarízate con el método japonés Kaizen, que nos ayuda a salir de nuestra zona de confort a través de pequeños pasos semanales (uno de ellos es clasificar entre lo útil y lo inútil.
5. Saber decir no es positivo: Aunque eso suponga quedar fuera de un proyecto o no mostrar siempre una imagen agradable hacia compañeros o superiores. a la larga, te beneficiará. Demuestra que tienes criterio propio.
6. Sé un knowmad: Como sostiene Raquel Roca en su libro sobre los trabajadores del futuro, su principal baza es la imaginación y la creatividad, además de desarrollar e implementar ideas para mejorar la eficiencia y la competitividad de las compañías. “Cualquier persona, desde un CEO hasta el empleado de primera línea, puede ser un knowmad; no es una moda pasajera sino el tipo de profesional que más se desarrolle en el futuro”.
7. No te olvides de socializar: Si estás teletrabajando, las interacciones con tus compañeros son fundamentales. Ahora es más importante que nunca que nos acerquemos, nos conectemos y nos cuidemos mutuamente. Puedes organizar un grupo de personas para discutir un libro o poneros al día. Tener inquietudes más allá de tu trabajo siempre suma. Y si las compartes con tus jefes y compañeros, más. Prueba con esta pregunta: “¿Sabéis que existe un movimiento que se llama zero-waste para dejar de utilizar plásticos a nivel mundial?”.
8. Apuesta por el crecimiento: O lo que es lo mismo, esa que pone el foco no tanto en el resultado final, sino en el proceso para conseguirlo. ¿Cómo? Aceptando errores, aprendiendo de ellos y estando dispuesta a recibir un feedback si hay algo que se pueda mejorar. Y por supuesto, di adiós a la procrastinación para no ser un malabarista que cambia constantemente de tareas sin ser productivo.
9. Muestra entusiasmo: No hace falta estar con la sonrisa en la boca todo el tiempo, pero sí que conviertas tu trabajo en algo que amas. Entre dos personas igual de competentes, la que tenga una actitud más positiva, será la elegida. “Solo cuando entendamos que lo que me pasa repercute en ti y al revés, estaremos haciendo bien las cosas”, explica Roca.
10. Conviértete en la persona a la que hay que acudir en última instancia: Y la mejor manera de hacerlo es poniendo en práctica la empatía laboral, que no es otra cosa que entender y reconocer las emociones del otro: observa y escucha, date tiempo para conocer bien a tus compañeros y huye de los prejuicios. Considerar que todo el mundo comparte las mismas ideas u olvidar que hay muchas otras formas de sentir y pensar hace que se nos escapen los matices y las diferencias.
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