Cuatro años después de que se publicara un libro en cuya solapa se adivinaba una persona con un paraguas rojo tras un cristal mojado por la lluvia, la historia que cuenta va a llegar a la gran pantalla. Esta novela, que te recomendaban en la radio, veías leyendo a los que aprovechan el transporte público para leer y cada poco tiempo acumulaba lectores con cada nueva edición, no contaba una historia de amor, ni era un relato de aventuras.
Patria, que así se titula, narra el siempre complicado conflicto vasco a partir de las vivencias de dos familias, la de una víctima de ETA y la de un joven abertzale. Un tema que, a priori, puede parecer poco apetecible, pero que le sirvió a su autor, Fernando Aramburu, para hacerse con cinco de los premios más reconocidos del universo literario español, entre ellos el Premio Nacional de Narrativa.
De entrada, para aquellos que vivieron esa época en la que los atentados terroristas formaban parte de la rutina de este país, puede no parecer un tema muy apetecible para pasar unas horas frente a una pantalla. Pero al igual que Aramburu supo construir una historia en la que todos los personajes viven y sufren el conflicto de maneras diferentes, la serie de HBO es capaz de ofrecer un retrato diverso y complejo de una de las épocas más difíciles del País Vasco.
Para conseguirlo Aitor Gabilondo, encargado de la adaptación de la novela, ha recreado con acierto el difícil ambiente en el que todos aquellos que no eran afines a las ideas de los independentistas tenían que vivir. Al igual que ha reflejado las inquietudes y las dudas de aquellos que sí lo eran, pero que eran capaces de renunciar a una amistad para que no cayese sobre ellos la sombra de la duda. Una sombra que podía despertar comentarios entre los vecinos o los compañeros de partida en el bar, que tenía el poder de romper relaciones simplemente porque alguien era señalado.
Al igual que la novela, que ha sido traducida a diversos idiomas, la serie arranca con el regreso de Bittori a su pueblo años después del asesinato de su marido, un empresario que murió tiroteado al salir de su casa. Testaruda y obstinada, Bittori se ha prometido a sí misma, y a su marido, al que visita en el cementerio, que descubrirá quién lo mató. Pero sus antiguos vecinos no están muy contentos con el regreso, y los comentarios acerca de tan incómoda visita no dejan de sucederse desde el momento en el que se baja del autobús.
Compuesta por ocho episodios, la narración viaja en el tiempo para contar cómo era el ambiente en el que se vivía cuando se produjo el asesinato y cómo este cambió la vida de las personas que conocían a la víctima de la banda terrorista. Transformaciones en las que el tiempo no ha sido capaz de cerrar las heridas y siguen marcando el día a día de dos familias que ven con resignación, y sin un atisbo de alegría, el anuncio del cese definitivo de la actividad armada de la banda.
Producida por Alea Media, una productora creada por Aitor Gabilondo y Mediaset España, Patria cuenta en su reparto con algunas de las caras más conocidas de la televisión autonómica vasca, la ETB. El peso de la serie recae sobre Elena Irureta y Ane Gabarain, Bittori y Miren respectivamente, pero los personajes de Jon Olivares (Joxe Mari), Mikel Laskurain (Joxian), Susana Abaitua (Nerea) y Loreto Mauleón (Arantxa) son igual de importantes para la historia, y todos ellos realizan un trabajo notable para corroborarlo.
Con un diseño de producción propio de las series que llevan la firma de HBO, ‘Patria’ es una fiel adaptación de la exitosa novela de Aramburu y un retrato tan doloroso como necesario de una época oscura que dejó más de ochocientas víctimas y causó un inmenso dolor en muchas más familias. Una historia incómoda como indispensable que, lejos de buscar vencedores o vencidos, quiere recordarnos el dolor que provoca la represión de aquellos que no piensan o actúan como espera la mayoría.
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