Ha pasado un mes y medio desde que Pilar Rubio diera a luz a Máximo Adriano. Su cuarto hijo. También el de Sergio Ramos. Un mes y medio en el que no ha ocultado en las redes sociales cómo lo ha pasado con su numerosa prole este verano. Tampoco que la recuperación de su cuerpo es la envidia de quienes no son capaces de hacerlo de manera exprés, como ella.
Ayer, se incorporaba a su puesto de trabajo en ‘El Hormiguero’, como colaboradora. Sí, como decimos, tan solo un mes y medio después de que ese niño (al que ya ha presentado, mostrándonos su cara, en su Instagram) llegara al mundo. Y demostrando que, además de lo obvio y evidente, está en plena forma física.
«La última vez que te vi estabas muy embarazada y ahora parece que no ha pasado nada. ¿Todo bien?», era la manera en la que Pablo Motos le daba la bienvenida. Ella respondía dando esa explicación a la rapidez en la que su cuerpo ha vuelto a su ser: «Ha ido todo muy bien, ten en cuenta que es una cosa a la que ya estoy acostumbrada. El niño está perfecto».
Sí, Pilar tira del argumento de la costumbre para justificar esa frase de Pablo, de que parece que no hubiese pasado por ella un cuarto embarazo. Haya tenido o no ayudas extra para conseguirlo, lo cierto es que la presentadora, en las tres ocasiones anteriores, también ha experimentado el cambio físico con la misma celeridad.
«Estoy muy loca y un poquito desquiciada, pero muy feliz«, sentenciaba sobre esta nueva vida con un bebé y tres niños que, por lo que vemos en las publicaciones de las redes sociales, no son amantes de quedarse quietos. «Es una época que estás más cansada y es complicado, pero somos unos guerreros», añadía antes de descartar un quinto embarazo…
…aunque con ellos, nunca se sabe. Aún les queda la espinita de esa niña que no llega.
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