El secreto de la mirada rejuvenecida de Penélope Cruz

“Mis ojos hablan por mí cuando quiero ser sincera, cuando expreso lo que siente mi corazón. Cuando manifiesto emociones que no puedo controlar. Cuando me siento segura de mí misma. Mis ojos hablan por mí constantemente”, declara Penélope Cruz, cuya mirada tan expresiva es todo un referente en el mundo del cine. Sin embargo, al igual que nos ocurre al resto de los mortales, la piel del contorno de sus ojos es tres veces más fina, más frágil, propensa a la deshidratación y menos resistente al paso de los años que la del resto del cuerpo. De ahí que la actriz le proporcione unos cuidados específicos para mantenerla joven y luminosa.

El ácido hialurónico desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de la hidratación y la configuración de colágeno y elastina. En cambio, se deteriora rápidamente y necesita ser renovado por nuestro propio cuerpo. Cuando este comienza a ser más escaso, los signos de envejecimiento aparecen y se instalan, sobre todo en el contorno de los ojos, que es la zona facial que primero envejece. Las consecuencias más visibles son: líneas de expresión más profundas, párpados superiores menos tensos y microcirculación cutánea fatigada (bolsas y ojeras).

La importancia de este activo es tal que es el preferido de Penélope para cuidar y rejuvenecer su mirada. De hecho, su nuevo descubrimiento cosmético es Rénergie Yeux Multi-Lift Ultra de Lancôme, cuya fórmula combina ácido hialurónico hidrolizado de última generación y origen natural –hidrata, mantiene la flexibilidad de la piel, su elasticidad y tonicidad, proporciona un efecto relleno y disminuye las arrugas y la aspereza–, con extracto de linaza activo, que proporciona hidratación inmediata a la piel y alisa los párpados, además de reducir las ojeras. Además, contiene perlas reflectantes de la luz para proporcionar un efecto de resplandor inmediato.

¿Cómo utiliza la intérprete de Todos lo saben este producto? Con las manos limpias extrae una pequeña cantidad de producto, que aplica con el dedo índice mediante toques ligeros, extendiéndola en el contorno superior e inferior de los ojos y las patas de gallo. Después presiona sus dedos índice y corazón desde la base de sus cejas hasta el extremo, mediante toques ligeros (este gesto hay que repetirlo tres veces). Por último desliza el dedo anular a través del contorno inferior del ojo, desde el ángulo interno hacia las sienes para aumentar la relajación, liberar la tensión y abrir la zona de los ojos.

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