El final del verano ya es una realidad. Si todavía no lo ha hecho, la pena nos invadirá en los próximos días. Y es que todo lo vivido en la temporada estival, de los baños en el mar a las escapadas al campo pasando por ese arroz que te comiste son ya experiencias que quedarán para el recuerdo. Pero no todo lo del verano tiene que pasar a formar parte del pasado. Este año, en concreto, lo que todavía puede durar del verano es el bronceado.
Parece misión imposible porque en cuanto llegamos a casa parece que este se esfuma tan rápido como lo han hecho las vacaciones, pero siguiendo estos trucos el moreno va a ser, incluso, cosa de la siguiente estación.
Autobronceador
Los autobronceadores no son solo para cuando queremos ganar un poquito de color y todavía no hemos tenido tiempo de ponernos al sol. De hecho, estos quedan mejor con la piel que ya está ligeramente bronceada, pues en lugar de tapar, potencian. Es decir, el resultado es mucho más natural. Entre estos, se recomienda el bronceado de caña de azúcar o DHA, que es el más duradero. Se pulveriza el DHA y en pocas horas se elevará el tono.
Exfoliación
Aunque parezca que con la exfoliación se va el moreno porque elimina las células y pieles muertas de la primera capa, lo que hace la exfoliación es renovar la piel, sí, pero la devuelve el brillo con lo que no deja que se matifique y blanquee por la sequedad. Así, también se consigue que la piel tenga un tono uniforme.
Hidratación
Esta se debe completar con una buena hidratación a diario y más cuando estamos bronceadas porque «esto, en general, produce un efecto de jugosidad en la piel y evita que se seque. Eso sí, es conveniente utilizar productos específicos llamados aftersun porque, además de hidratar, están formulados con activos calmantes y antiinflamatorios, que mejoran la hidratación y por tanto el bronceado. ¿Cuáles? El aloe vera es conocido por sus propiedades calmantes e hidratantes; la camomila, por su poder antiinflamatorio y calmante; la centella asiática, por ser un cicatrizante y mejorar la estructura de la piel; y hay otras sustancias, como la glicerina, el glicerol y la manteca de karité, que se utilizan para hidratar”, detalla la cirujana y médico estético María Vicente Ruíz.
Rosa mosqueta
La rosa mosqueta se utiliza principalmente para cicatrizar, pero también ayudará a igualar el tono minimizando las estrías. Además esta es un potente hidratante por lo que ayudará a que la piel se mantenga morena, jugosa e iluminada y reparada.
¡Lo quiero!
Una de las opciones de rosa mosqueta es esta, Ylé Rosehip Drops, que según apuntan desde la marca, es el secreto de las gallegas para mantener su piel bronceada todo el año. Y es que, este aceite está formulado con ácidos grasos linoleico y linolénico (omega 3 y 6), nutrientes indispensables para la síntesis de las prostaglandinas, proteínas responsables de la regeneración de las células y vitamina C, que es un antioxidante natural.
Antioxidantes y también en bote
Y es que, los antioxidantes son una de las claves que van a permitir mantener el bronceado. «Los antioxidantes que han demostrado llegar en cantidad suficiente a la piel para reforzar sus defensas y prolongar el bronceado son las vitaminas C y E, el polypodium leucotomos, el resveratrol, el licopeno, la coenzima Q10 y el selenio», asegura Laia Puig. Y estos se obtienen con la alimentación a base de frutas y verduras como las naranjas, mandarinas, limones, limas, pomelos, las fresas, las frambuesas, los frutos rojos, las zanahorias, las calabazas, los pimientos, los tomates y las verduras de hoja verde como el brócoli, las espinacas, el kale o col rizada, entre otros.
Pero estos también se aportan directamente a la piel: «otro imprescindible antes, durante y después de la exposición al sol es la astaxantina tópica y oral. Esta sustancia es un potente antioxidante de un característico color anaranjado, que previene el daño solar y aporta un aspecto sunkissed a la piel muy natural y bonito. Es un antioxidante de la familia de los carotenos sin llegar a producir los efectos secundarios de los betacarotenos. A nivel tópico hay que aplicarla en cara, cuello, escote y dorso de las manos. Y a nivel oral hay que tomar 4 mg diarios (se puede incrementar la dosis según la necesidad, pero siempre bajo supervisión médica). Lo idóneo es empezar a consumirla dos meses antes de la exposición solar y mantenerla hasta, mínimo, un mes después (habitualmente septiembre)”, explica la doctora Vicente Ruíz.
¡Lo quiero!
Un ejemplo es el AXT Lightener Serum, de Virtud Estética. Con astaxantina y vitamina C, previene y revierte los efectos del fotoenvejecimiento además de prolongar el bronceado. Cuesta 49 euros.
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