De toda la equipación deportiva que puedes comprarte las zapatillas a la que más atención debemos prestar. Las zapatillas de deporte perfectas para nosotras no solo son una bendición fitness es que, además, pueden prevenir que sufras una lesión. Pero todo lo bueno se acaba y aunque te siguen quedando genial combinadas con esas mallas que te encantan y aún no se caen en pedazos, a lo mejor ha llegado la hora de sustituir tus zapatillas por unas nuevas. Y no hablamos solo de si esa suela se ha desgastado en maratonianas sesiones de running por asfalto o chequeando los beneficios del HILIT o el boxeo en el salón de tu casa, todas las zapatillas deben revisarse y sustituirse cuando les llega la hora. ¿Sabes reconocer los síntomas de cansancio en tus zapatillas? Te los contamos todos para que nunca te lesiones y puedas seguir haciendo ejercicio.
Caso 1. Las zapatillas se sienten muy (pero que muy) cómodas
Tus zapatillas para hacer deporte te podrían servir de pantuflas de andar por casa de la misma comodidad que sientes cuando te las pones. De acuerdo, las zapatillas deben ser cómodas, pero no tanto. Si han llegado a ese punto seguramente su estructura interior ya haya cedido tanto que, realmente, no esté protegiendo el pie, no lo esté conteniendo de la forma adecuada y eso no solo te pone en riesgo de sufrir una lesión en el pie, es que puede hasta variar tu forma de caminar o moverte mientras entrenas lo que pone en riesgo tus articulaciones.
Pista 2. Llevan contigo más de un año
Otra pista la puedes encontrar en tu tipo de entrenamiento, o más bien, en tu regularidad. Si entrenas con intensidad moderada tres o cuatro veces a la semana, al cabo de un año esas zapatillas deberían ser cambiadas por unas nuevas. Si entrenas menos de eso, sigue el resto de trucos para saber si aún están cumpliendo su función. Y si entrenas más… mantener en tus pies las mismas zapatillas más de un año no es una buena idea.
Pista 3. La suela (y la plantilla) muestra signos de desgaste
Coloca tus zapatillas sobre la mesa y míralas atentamente: ¿el talón está aplanado? ¡Parce que la zapatilla se “vuelca” hacia algún lado (el exterior o el interior)? Ambos son síntomas de que es hora de visitar la tienda a buscar otro par. También puedes sacar la plantilla interior y mirar si está muy desgastada o deformada: un agujero en la plantilla muestra es síntoma del estrés al que está sometida la estructura de la zapatilla de forma interna y una señal de alerta para cambiarlas.
Pista 4. Te han salido ampollas en los pies
Si, de repente, tras tus entrenamientos las rozaduras, las ampollas o incluso el dolor aparece en tus pies… seguramente tus zapatillas necesitan jubilarse. Eso también incluye si aparecen dolores en la parte baja de la espalda, los gemelos o las espinillas. Unas zapatillas desgastadas hacen que tu forma de pisar cambie y eso repercute en la postura de todo tu cuerpo.
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