Era este sábado cuando la noticia saltaba. A medio día. En ‘Socialité’. Miriam Saavedra, que se hacía un hueco en el mundo del corazón español tras su llegada de la mano de Carlos Lozano y después de varias idas y vueltas con el presentador, era ‘cazada’ disfrutando de unas vacaciones en Ibiza en muy buena compañía.
Él, el hombre al lado que se podía ver de la princesa inca era un futbolista de la liga española. De la Segunda División, Concretamente el turco del Deportivo de A Coruña Emre Çolak. Un deportista que, a sus 29 años, y tanto en la etapa anterior que recaló en el equipo gallego (2016-2018) como en este (llegó el pasado mes de enero), ha dejado destellos de calidad, pero también polémicas.
Díscolo y en ocasiones indisciplinado (su última salida de tono, con el equipo jugándose la permanencia en la categoría de plata, fue no presentarse a un entrenamiento; tampoco estuvo presente en ese Deportivo-Fuenlabrada, jugado casi 20 días después de la fecha inicial fijada por un brote de coronavirus en el conjunto madrileño, alegándose desde el club un problema con su documentación federativa), ha dejado tantos capítulos de sabor amargo como destellos de su calidad sobre el césped de Riazor.
Hombre de negocios hosteleros
Pero del turco hay más que decir que lo obvio: que su ‘modus vivendi’ principal es el balompié. Emre tenía más motivos que la cuantía que se le ofreció por vestir de nuevo la blanquiazul media temporada. Durante su primera estancia en la capital gallega, abrió varios negocios que, ahora, ha aprovechado para atender. El principal, un restaurante italiano, La Nonna, al que suele hacer publicidad en sus redes sociales (las mismas de las que, en un ataque que no sabríamos calificar, borró todas sus fotos con la camiseta del Dépor tras aquella incomparecencia mencionada en un entrenamiento).
Al parecer, y según se habla en Coruña, también cuenta con varios kebabs. Aunque en la mayoría de ellos no figura como propietario. Sí se sabe a ciencia cierta que es el responsable de un establecimiento de este tipo de comida situado en la Ronda Outeiro con Agra de Orzán, Las Pepas. Y es habitual verle disfrutar del ocio coruñés más allá de esos locales con los que ha tejido un pequeño entramado empresarial para el día que el fútbol de sus botas (que no es poco) se seque.
Lo que no es cierto de todo lo que se ha escuchado y leído estos días es que esté casado ni que tenga hijos. Y lo que sí lo es, es que es habitual verle acompañado de su fiel vasallo y escudero, un amigo que le echa una mano en todos sus planes laborales: Batu. De hecho, su figura se ha convertido en casi más reconocible y famosa en la ciudad herculina que la del propio futbolista.
Si algo le faltaba a Çolak para coronar el pastel de la temporada marciana que ha protagonizado el Deportivo (y que aún no ha finalizado, a la espera de saber qué pasa con su futuro y la categoría que ocupa tras el Fuenlagate), era ser carne de titular de la prensa rosa. Amigo, ya puedes poner ‘check’. Otro gol fuera de los terrenos de juego, de los que no gustan al aficionado blanquiazul.
Ahora, solo cabe esperar si esas visitas a restaurantes de lujo y los baños de sol en la cubierta del yate a la luz ibicenca, son solo un regate de Emre o si la relación va a más y protagoniza un enfrentamiento dialéctico con Carlos Lozano, que ha sido muy contundente en sus últimas declaraciones contra Miriam: «Lo que no he superado es me haya engañado tanto, me alegro de que se haya ido sin papeles que es lo que venía buscando. Que tenga cuidado y deje de hablar de mí, para mí está muerta, si se puede ir de mi país mejor, como siga te juro por mi hija que salgo ahí fuera y la destruyo, menos mal que no se quedó embarazada de mí».
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