Mucho ha cambiado el corsé desde que Escarlata O’hara le pedía a Mammy que lo apretara más y más fuerte. La prenda que constriñó el cuerpo de la mujer durantes siglos acabó por desaparecer como algunas escenas de Lo que el viento se llevó, aunque por distintos motivos. Coco Chanel se encargó de que resultara prescindible, accesorio, como un lujo elevado a la categoría de arte, como una pieza de museo: que esté ahí para recordarnos su historia no impide que pueda ser admirado por su belleza. Nada tienen que ver tampoco los diseños de Maya Hansen con las blusas efecto bustier que moldean los escotes tendencia de 2020. El objetivo es el mismo: elevar, realzar, destacar. No obstante, cambia la estructura y el concepto, ambos mucho más flexibles. Otro tanto ocurre con el vestido corset de Stradivarius que ni ata ni oprime, tan solo favorece.
© Cortesía de Stradivarius
Es ligero, flexible, nada rígido y, sin embargo, gracias a la costura y al corte consigue dotar de estructura y soporte al pecho. Vayamos por partes:
Las mangas tienen un elástico en los hombros que aporta cierto grado de volumen y dibujan un escote cuadrado que enmarca la clavícula.
El escote cuenta con una costura bajo el pecho que recoge y realza. Al mismo tiempo, un lacito en la parte superior dibuja un sutil escote corazón que redondea y crea mayor sensación de volumen.
El nido de abeja en la espalda ciñe el vestido al cuerpo. Como es elástico, no marca y se ajusta a la silueta, mientras la falda mini de vuelo proporciona una caída fluida.
© Cortesía de Stradivarius
En la nueva colección de Stradivarius, solo hay tres vestidos corset, sin embargo, hay algunos más con el mismo efecto push up sobre el pecho.
SUSCRÍBETE AQUÍ a nuestra newsletter para recibir todas las novedades de Glamour
Fuente: Leer Artículo Completo