Antes de Angelina Jolie, George Clooney y Emma Watson, antes de que el activismo de las celebrities se convirtiera en elemento central del personal branding, estaba Annie Lennox. Desde finales de los 80, la mejor voz blanca del soul viva ha dado la cara en la lucha contra el sida, en los conciertos Live Aid, en las campañas de Greenpeace y Amnistía Internacional, en las demandas de libertad para el Tíbet, contra la guerra de Gaza, en defensa de la democracia en Myanmar, por los refugiados en Siria, Somalia o Yemen…
¿Quién es?
- La mitad del dúo ochentero Eurythmics y la aterciopelada voz de la banda sonora de Entrevista con el vampiro. Posee la distinción a “la artista británica más exitosa de la historia”, el Billboard Century Award, un Globo de Oro, ocho Brit Awards y cuatro Grammy.
- En 2011 recibió de Isabel II la Excelentísima Orden del Imperio Británico, premio a “sus campañas benéficas y a su liderazgo en causas humanitarias”.
- Su liderazgo es incansable. “Me siento paralizada si no contribuyo. El mundo es una belleza pero está enredado en problemas”.
“He sufrido el ataque de los trolls y a veces me han ridiculizado, pero la música es una fuerza del bien. Puede poner el foco en problemas invisibles y galvanizar recursos”, defiende la cantante escocesa a sus 65 años. En 2008, Lennox fundó The Circle, una organización para contribuir al avance global de las mujeres, que se moviliza ahora con urgencia para paliar el aumento de la violencia machista durante la pandemia: Naciones Unidas calcula que se producirán 15 millones más de casos en todo el mundo.
La recaudación toma la forma de subasta que incluye vídeos con actuaciones personalizadas de Sting, Hozier o Emeli Sande y una guitarra firmada de Taylor Swift. “Existe una guerra paralela en los hogares, una guerra invisible contra las mujeres que se recrudece en los países donde ni siquiera pueden denunciar. Es hora de ir más allá del #MeToo, que ha sido una victoria fenomenal gracias a la intervención de las estrellas de Hollywood, y que los medios comiencen a hablar también de la situación global de las mujeres. Es absolutamente espantosa”.
Fuente: Leer Artículo Completo