‘Masterchef Junior 8’: así ha sido el multitudinario casting en Madrid

El talent culinario infantil, producido por TVE en colaboración con Shine Iberia, busca al mejor cocinero junior de España. La octava edición ha roto todos los récords de inscripciones en su casting. Eso sí, una parte de las pruebas, sobre todo en Barcelona, se ha hecho de manera virtual debido a la pandemia.

Esta semana se ha hecho la última selección de los mejores inscritos en el casting de Madrid con una prueba presencial de emplatados en el hotel NH Madrid Ventas. A la capital han acudido niños de la propia comunidad, pero también de Castilla-La Mancha, de Navarra, País Vasco, Galicia…

Casi 11.000 niños se han inscrito en los castings del talent culinario infantil, un “récord histórico” de participación en la historia del concurso. Tras su paso por Valencia, por Sevilla y por Barcelona, de forma virtual, -a los pequeños de entre 8 y 12 años que se presentan no les frena que este año haya que presentarse a esta octava edición con guantes y mascarilla y guardando distancia de seguridad ni el hecho de que este año haya más niños que participan que nunca.

La última parada para encontrar candidatos ha sido Madrid, donde directamente desde sus casas, más jóvenes que nunca han querido poner en práctica sus dotes culinarias y demostrar que merecen entrar en el concurso. Su sueño: convertirse en el sucesor de Lu, ganadora de la séptima edición.

Berasategui? Arzak?
Nooo! CASTING de #MasterChef JUNIOR en Madrid!!
Tienen de 8 a 12 años y hacen Magia con sus platos!@MasterChef_es @ShineIberia @tve_tve pic.twitter.com/Hjw1gF3tPc

Los niños no llegarán al programa definitivo sin que hayan cocinado en vivo y en directo, pero de momento, los chefs del programa no prueban sus platos por primera vez. ¿Cómo se eligen pues a los chavales que pasan la prueba? “El proceso es exactamente igual: se valora el emplatado que presentan, les preguntamos por la receta, pero el plato en sí no lo podemos probar porque no tenemos las garantías sanitarias necesarias y no podemos permitir que pudiéramos acabar todos intoxicados. Para suplir eso, los chicos pasan por un test dividido entre los 8 y 10 años y entre 10 y 12, en el que contestan a treinta preguntas sobre conocimientos culinarios. Luego les damos las cucharas y acaban cocinando de diez en diez, con dos responsables pendientes de ellos y siempre bajo el peso de las normas sanitarias”, nos explica Esther González, directora de casting de Shine Iberia, la productora responsable de Masterchef.

El récord histórico de participación de este año, viene a confirmar que durante la pandemia del coronavirus, los niños han cocinado más que nunca”, asegura Esther. “Además, los candidatos son niños y niñas con un nivel altísimo, que han demostrado que son capaces de preparar grandes platos como Lágrimas de chocolate con crema de naranja, Tacos de oreo con helado de fresas, Albóndigas de cerdo y sepia con guisantes o Tartar de salmón con falso caviar de soja”, nos explica González.

A la pregunta de qué tipo de niño acude al casting, su directora es clara: “Se presentan tantos niños de todo España que hay de todo y cocineros de calidad. Vienen hijos de famosos que han pasado por nuestro Masterchef Celebrity, hijos o familiares de concursantes anónimos y niños de padres desconocidos. Se nota que es un programa muy familiar y buena señal es el hecho de que participen tus hijos después de haber participado tú. Eso significa que tu paso por el programa ha sido muy bueno. Además, a padres y a niños tratamos de concienciarles de que lo importante es participar. No todo el mundo se puede llevar una cuchara o una medalla, pero todos los que han participado en el casting se llevan un premio de consuelo que es una camiseta exclusiva que pone “Yo entré en el casting de Masterchef”, que sólo la tienen ellos. Y aún así, da mucha pena tener que elegir entre los pequeños. Pero claro, tiene que ser así”,explica la directora de casting. “Cuando alguno se pone a llorar, yo les digo: ¿Si tú juegas al tenis siempre ganas la copa?”. Y ellos lo entienden. Tanto es así que tenemos niños que se presentaron por primera vez al casting cuando tenían ocho o diez años y han vuelto a presentarse con doce”.

La hija de Melani Olivares

En la cola de Madrid nos encontramos precisamente con la actriz Melanie Olivares, a la que veremos en la próxima temporada de Masterchef Celebrity y, lógicamente, de tal palo tal astilla, su hija Manuela y su sobrina Adriana, ambas de ocho añitos, no han querido quedarse atrás. “Yo voy a emplatar unos mejillones tigre”, nos adelanta Adriana y Manuela nos pone los dientes largos con su “crema de calabaza con su crujiente en polvo por encima”. Las dos niñas han estado en el campamento de Masterchef este verano y se lo han pasado bomba, además de cocinar un montón. “Son mejores cocineras que yo”, nos dice una Melanie madraza total.

Ante nuestra pregunta de si Manuela quiere convertirse en cocinera o seguir los pasos de su madre, la pequeña lo tiene claro: “Yo, de mayor quiero ser actriz como mi madre, pero también me gusta mucho la cocina. No es incompatible”, nos dice con desparpajo la hija de la comisaria Eva Aguirre en “Perdida”.

Iraya ha llegado a Madrid de Eibar (Guipuzocóa) tiene 9 años y ha presentado un plato de carrilleras. “Me encanta cocinar y mi familia dice que soy buena cocinera, así que decidí apuntarme al casting de Masterchef junior y fue mi tía la que me ayudó en los trámites”.

Otra niña vasca, que también va a emplatar carrilleras es Maggie. Tiene 9 años como Iraya, pero vive en Donosti (San Sebastián). “Mi abuelo era chef y en casa, tanto a mi madre como a mi padre les gusta cocinar, pero yo ayudó más a mamá porque tengo una hermanita de diez meses y cuando mi madre la cuida, yo sigo en la cocina los pasos que ella me va diciendo”.

Elisa, a la que le gusta que le llamen Eli, es de Pamplona y tiene 11 años. Ha emplatado una tarta de tres chocolates que tiene una pinta estupenda, con una galleta casera mojada en chocolate por encima. “La afición culinaria me viene de mi madre y de mi hermana. A ella le gusta mucho cocinar y yo la veía y me apuntaba con ella desde los ocho años. Mi padre en cambio, sólo sabe hacer fritos y poca cosa más”, nos dice con una sonrisa.

De Astorga (León) ha venido Alejandra, que tiene 8 años. “Es mi sueño participar en Masterchef y aunque me da un poquito de miedo venir por esto del coronavirus, aquí estoy” nos dice cuando nos acercamos a entrevistarle. Ha emplatado unos canutillos de cecina, un bocadillo de pastrami y una lengua cocinada. Casi nada. Parece que los consejos de su padre, que es el cocinero de la casa, han surtido efecto.

8 años también tiene Nicolás, un niño rubio con cara de pillo, tapada en buena medida por la mascarilla, que viene de La Rioja. “He emplatado un tartar de salmón con patatas totopo (fritas en la sartén). Nos explica que en septiembre empezará a estudiar tercer curso de Primaria y que este verano ha estado en el campamento de Masterchef y le ha cogido gusto a la cocina.

Iván también es de La Rioja, de Logroño concretamente, pero su padre es ruso y tiene una hermana en Ucrania. Iván tiene 11 años y empezará a estudiar Sexto de Primaria el curso que viene. “A mí me gusta cocinar gracias a mi prima, que estudia cocina y el año pasado fue a Girona a trabajar en un prestigioso restaurante”, nos explica mientras confiesa que hace algún plato sofisticado, pero en casa suele cocinar macarrones y espaguetis con normalidad.

11 años tiene Luca, pero es bastante alto y aparenta más. Ha llegado a Madrid procedente de Palma de Mallorca y ha decidido emplatar un steak tartare con todos los productos mallorquines. “Empecé a cocinar hace un año -nos explica- pero no fui constante hasta quellegó la pandemia. Me he dedicado el confinamiento a cocinar un plato diferente cada día y ha sido muy divertido cocinar con mis padres”.

Marta y Ana son dos hermanas gemelas, madrileñas, de 12 años, que en septiembre empezarán Primero de la ESO. Hablan con mucho desparpajo y parecen unas chefs de tomo y lomo. “A los seis años empezamos a cocinar con nuestro padre, que trabaja en una oficina pero es muy buen cocinero -nos explica Ana- y en el confinamiento hemos mejorado”. Ana presenta un emplatado de un curry de gambas con arroz basmati y pasas y piñones y una espuma de coco. “Tenemos en casa un kit de comidas de vanguardia y nos encanta practicar”, nos explica cuando le decimos que son platos muy sofisticados. Marta nos explica que, desde que se han aficionado a la cocina, un día preparan la cena en su casa, otro día cocinan el almuerzo del fin de semana…” Para el concurso he emplatado un rabo de toro con base de puré de patatas al estilo Joël Robuchon (un cocinero francés de fama internacional) envuelto en un taco crujiente”.

Candela viene de aquí al lado, concretamente de Aranjuez. Tiene 12 años, pero se dedica a cocinar en plan serio desde que tenía 8 años para acompañar a su madre, a la que se le da bien la repostería. “Cada día cocino con mi madre la comida y alguna vez la cena. Y los fines de semana hacemos un plato elaborado, bonito, bien presentado. Una comida gourmet para compartir con toda la familia” nos dice. En breve empezará a estudiar Primero de la ESO y se ha presentado al casting de Masterchef junior con un bizcocho de manzana de diferentes texturas (manzana picada y en puré), relleno con una crema de queso y por dentro tiene una sorpresa de caramelo salado y crema pastelera. ¡Si no lo viera no lo creería! Para mayor INRI, ha decorado el pastel con unas frutas pintadas en dorado y unas láminas de caramelo de Isomalt. Candela afirma que prefiere dedicarse a la cocina como afición porque la profesión a la que quiere dedicarse es la Obstetricia. Parece que lo tiene clarísimo.

Desde luego, viendo el casting de Madrid, no hay que perderse la fase final de Masterchef junior 8, que tendrá lugar a finales del mes de agosto, en Madrid. Allí estarán los 25 finalistas de entre los 500 preseleccionados en toda España que han conseguido ya su cuchara del talent culinario. Y de esos 25 finalistas se elegirán a los 16 concursantes que irán al programa, que, normalmente, suele emitirse en las fiestas navideñas. ¡Ya no queda nada!

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