El Furoshiki es el arte japonés para envolver regalos con telas, un método que, además de estético, es sostenible. Las telas, normalmente estampadas, se anudan ingeniosamente para crear un envoltorio de regalo (tradicionalmente se empleaban para envolver la ropa al entrar a un baño público). Esta técnica tiene ahora más sentido que nunca, no únicamente por la búsqueda cada vez mayor de materiales reutilizables frente a aquellos de un solo uso (como el papel de regalo), sino porque el street style ha tomado una tendencia claramente inspirada en el furoshiki. Hablamos de los bolsos pañuelo.
Estos bolsitos se postulan como un must entre las expertas en moda e instagrammers, generalmente en sus versiones satinadas más formales, en formato saquito o en las opciones arrugadas que siguen la estética que ya vimos en los llamados bolsos croissant.
En España ha sido la firma barcelonesa Laia Alen las que los ha puesto en el punto de mira. Sus bolsitos, realizados de manera artesanal cuidadosamente, son totalmente únicos y ya se han convertido en un gran reclamo para looks de invitada de boda.
En el panorama internacional hay otras firmas que también han popularizado estos diseños de tela. Entre otras las británicas Roop y Hollivia, la belga Bernadette o grandes etiquetas como Ganni, Sleeper y Staud cuentan con sus propios diseños inspirados en la técnica del Furoshiki. Como rasgo común está por supuesto la artesanía en la mayoría de los casos.
¡Lo quiero!
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