Estamos acostumbrados a ver la vida de la familia Kardashian en televisión, pero incluso ellos, que dan detalles de su día a día frente a las cámaras no saben cómo hacer para dejar determinados aspectos en el ámbito privado. Kim Kardashian está estos días en el ojo del huracán a causa de su marido, el rapero Kanye West, que parece estar viviendo horas convulsas.
Todo comenzó hace un par de semanas, cuando el cantante anunció su firme propósito de concurrir a la carrera por la presidencia de Estados Unidos. Entonces Kardashian mantuvo silencio con respecto a las intenciones de su marido, mientras sus seguidores y detractores especulaban con la naturaleza de su decisión. ¿Eran reales sus aspiraciones políticas? ¿se trataba solo de una maniobra publicitaria?
Pero el pasado domingo, 20 de julio, West despejó esas dudas y de paso, generó otras al dar su primer discurso como candidato. Al parecer, va en serio, ya que ha registrado ante la Comisión Federal de elecciones la campaña con su partido, al que, por cierto, ha llamado BDY –abreviatura de la palabra cumpleaños en inglés–, porque según aseguró a Forbes, el día que él gane los comicios «será el cumpleaños de todo el mundo». Ese primer acto electoral tuvo lugar en la localidad de North Charleston, en Carolina del Sur, y dejó imágenes que quizá su mujer hubiera preferido no ver por la preocupación que le han generado.
Desatado en Twitter
West apareció ataviado con un chaleco antibalas que llevaba escrita la palabra security (seguridad) para dar un discurso deslavazado, en el que aseguraba cosas como que está a favor del aborto pero que habría que intentar disuadir a las embarazadas del aborto dándoles «un millón de euros o así», o que está a favor de las armas porque «disparar es divertido». Además, lloró a lágrima viva o y contó detalles personales sobre cómo tomaron la decision de tener a North la mayor de sus cuatro hijos, algo que no habría sentado nada bien a quien es su mujer desde 2014.
Horas después, el rapero, que aseguraba estar atrincherado en el bunker de su rancho de Wyoming para alejarse de su mujer y su suegra, llenó su cuenta de Twitter de comentarios que borró más tarde. En ellos afirmaba que Kim había estado intentando «volar a Wyoming con un médico para encerrarme como en la película ‘Déjame salir'», culpaba a su suegra, Kris Jenner y se metía con la cantante Shia e incluso con Anne Wintour.
El comunicado de Kim
Ante esto, Kardashian ha remitido un comunicado hablando de su marido y del trastorno bipolar que padece y del que temen que esté sufriendo un brote. «Nunca había hablado públicamente de cómo nos afecta en casa porque soy muy protectora con nuestros hijos», escribía Kim.
Decía de su marido que es «una persona brillante pero complicada» pero que quienes le conocen «saben que sus palabras no siempre se alinean con sus intenciones».
Y finalizaba asegurando que «vivir con un trastorno bipolar no invalida los sueños y las ideas creativas. Eso es parte de su genialidad». Kardashian zanjaba el tema agradeciendo la preocupación por el rapero, y dejaba en el aire el estado de su matrimonio.
La reina de la exposición mediática esta vez no quiere dar a conocer su hoja de ruta, quizá porque los próximos días pueden ser complicados y porque para ella, las cosas han cambiado mucho en los últimos tiempos: ahora es madre y cabeza de familia antes que ‘celebrity’.
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