Hay tonos de esmaltes de uñas que nos encantan porque sí. Porque son puro absolutismo estético: preciosos, brillantes, vibrantes, el cromatismo hecho belleza. Otros, sin embargo, no nos dicen mucho al verlos en el frasco o en la carta de colores de los salones de manicura. Pero es aplicarlos en las uñas y, ¡ay, qué maravilla! El color de la piel puede potenciar algunos tonos de esmalte de uñas aparentemente aburridos. Y lo mismo ocurre al contrario: un esmalte bien elegido puede hacer que la piel se vea más luminosa y bronceada. Un truco para tener muy en cuenta en verano.
“En 2020 ha habido una vuelta a la manicura francesa, así como a los colores nude, beige y tierra”, dicen en la firma de productos de manicura y pedicura Deborah Lipmann. “Paula Echevarría y María Pombo han optado por una manicura completamente blanca, uno de los colores más indicados para potenciar el moreno”. No vas a necesitar autobronceador. Pintarte las uñas de crema, beige, blanco roto, marfil o incluso blanco nuclear, con su brillo cósmico, sube instantáneamente un par de enteros el bronceado de cualquier piel, por pálida que sea.
© Cortesía de Deborah Lippmann
Esmalte en gel en tono Amazing Grace, de Deborah Lippmann COMPRAR
Además de todas las declinaciones del blanco, los tonos coral y los pastel también hacen que la piel se vea más doradita, como besada por el sol. El ramalazo flúor del coral es perfecto si tu ropa y tu pelo y tu estilo tienen un rollo deportivo. Si eres más romántica o bohemia, la ternura del azul bebé, el lavanda, el amarillo vainilla o el rosa palo harán que te veas con un envidiable tono de piel aunque aún no hayas puesto un pie en la arena de la playa.
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