El Príncipito de Saint Exupéry aprendió el valor de lo efímero como el resto. Con todo el horror y el miedo que supone saber que hasta lo más bonito que tienes en la vida corre el riesgo de extinguirse sin que puedas hacer otra cosa por impedirlo que no sea tenerlo a tu lado todo el tiempo que sea posible. Su rosa, con solo cuatro espinas para defenderse del mundo, tan susceptible de marchitarse como la de Ronsard en su Oda a Casandra (Fiera madrastra la Natura, la flor en ella sólo durael tiempo que la luz la acarició), como ese ramo de flores frescas que, por más corta que sea su vida, alegran el día, la primavera y el verano más extraño que se recuerda, como la tendencia que viene y va. Por más que duela su volatilidad, efímero no es malo, es solo breve. Y por ello, si acaso, más precioso. De eso hablamos cuando hablamos de las joyas efímeras de Keef Palas. De belleza, de tiempo y de flores.
La niña que se ponía cerezas de pedientes hoy es la mujer que suspira por las ramas de Olivo, las hojas de Magnolia, los dientes de ajo, las flores de algodón o las espigas de trigo de esta marca de joyas mediterráneas.
© Cortesía de Keef Palas
Pendientes efímeros.
-Tengo también una flor.-De las flores no tomamos nota.-¿Por qué? ¡Son lo más bonito!-Porque las flores son efímeras.-¿Qué significa “efímera”?-Las geografías -dijo el geógrafo- son los libros más preciados e interesantes; nunca pasan de moda. Es muy raro que una montaña cambie de sitio o que un océano quede sin agua. Los geógrafos escribimos sobre cosas eternas.-Pero los volcanes extinguidos pueden despertarse -interrumpió el principito-. ¿Qué significa “efímera”?-Que los volcanes estén o no en actividad es igual para nosotros. Lo interesante es la montaña que nunca cambia.-Pero, ¿qué significa “efímera”? -repitió el principito que en su vida había renunciado a una pregunta una vez formulada.-Significa que está amenazado de próxima desaparición.-¿Mi flor está amenazada de desaparecer próximamente?-Indudablemente.El Príncipito, capítulo XV.
Esta no es otra tendencia efímera en el sentido que tradicionalmente se atribuye a la moda rápida. Su corta existencia no la determina el mercado ni las leyes del consumo sino las de la propia Naturaleza. Envueltas al vacío para preservarlas lo máximo posible, son las joyas con las que sueña la chica que recoge flores para ponérselas en el pelo, la que ha adoptado la naturalidad como lema del verano y la que ha cambiado la barra de labios Russian Red por unos pendientes Red Hot Chili Pepper.
En Keef Palas también cuentan con una colección de joyas eternas, confeccionadas a partir de elementos naturales imperecederos como guijarros, piedras o conchas. Aunque sus creadoras Claire O’Keefe y la española Eugenia Oliva han expresado su temor a que, en un futuro no tan lejano, haya que recurrir al plástico como la única materia prima que se pueda extraer del mar.
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