QUÉ HA PASADO
• Mercan confiesa que Vedat trató de acabar con ella.
• Tahir y Nefes se casan en una romántica ceremonia.
• Fatih recibe un disparo muy grave cerca del corazón.
Después de la boda de su hermano, Mustafá lleva a Saniye a la casa de la montaña. “¿ Por qué tengo que quedarme aquí? Ni siquiera traigo ropa cómoda, me apetece irme a mi hogar y meterme en la cama”, comenta la anciana a su nuera, que también los ha acompañado. “Los recién casados necesitan un poco de intimidad. Ahora lo que debemos hacer es quedarnos donde estamos, por lo menos esta noche, no se queje”, le explica la mujer.
Después de servir una taza de té a su suegra, sale de la estancia y conversa con su amado, quien se marcha a la oficina a hacer unas cosas del trabajo. La pareja se despide como siempre de forma cariñosa y ninguno sospecha que el resto
de sus familiares están en el
hospital esperando a que uno
de los mellizos sea operado
tras recibir un grave disparo
cerca del corazón.
Yilmaz reconoce
que siente algo por Fatih
En la clínica, Tahir acude corriendo
para interesarse por el
estado de Fatih. Al entrar en la
sala de espera observa una escena
desoladora. Murat no
deja de llorar y se echa la culpa
de lo ocurrido: “Si no hubiera
ido a la mansión de Sayar a lo
loco él no me habría seguido y
no le habría tiroteado. Que esté
a punto de morir es solo mi responsabilidad”.
El recién llegado
abraza al muchacho para
consolarlo: “No te preocupes
todo saldrá bien. No pasará nada,
ya lo verás”.
Nefes se presenta en el lugar
minutos después y ,tras abrazar
a su cuñado, se acerca a
Berrak. La muchacha está
hundida y muy nerviosa, pues
todavía no tienen toda la información
sobre la salud del
paciente. “Si le pasa algo, no
podría soportarlo. Es una persona
muy importante en mi vida”,
comenta la joven reconociendo
que sus sentimientos
por el chico van más allá de
una simple amistad.
Lejos de allí, Nazar llama de
nuevo a su madre y le dice que
su marido ha vuelto a pegarla
y necesita salir de esa casa
cuanto antes. Tras colgar,
Türkan se pone en camino
para rescatar a su primogénita.
Al llegar a la vivienda, la
encuentra toda magullada, la
besa y le pide perdón por haberla
obligado a casarse con
un maltratador: “Te destruí la
vida, lo siento. Jamás podré superar
el dolor que te he causado”.
Sin pensarlo, telefonea a
Cemil para contarle lo sucedido
y decirle que venga a por
ellas. El señor acude al lugar
rápidamente, se enfrenta a los
guardias de seguridad pistola
en mano y rescata a ambas
mujeres. Después, abraza a su
hija con todas sus fuerzas como
símbolo de su arrepentimiento:
“Voy a acabar con tu
esposo, ese miserable se ha ganado
mi odio para siempre. Ahora
es mi enemigo”.
Sayar es detenido
y enviado a prisión
Horas más tarde, Vedat se encuentra
reunido con Friket y
recibe un mensaje de sus guardias.
“Me dicen que mi suegro
se ha llevado a mi mujer. El otro
día la golpeé para educarla y
parece que su padre no se lo tomó
bien”, dice riendo. El anciano,
lejos de seguirle su broma,
se levanta dramáticamente
de la silla y abofetea al hombre
e: “Eres un cobarde que solo
puede hacer uso de su poder
haciendo sufrir a las mujeres”.
Instantes después, le echa de
su finca y le ordena que cambie
de actitud si quiere seguir
siendo su socio.
Al día siguiente, Alí toma la
decisión de salvar a la familia
Kaleli de las garras del malvado
Sayar. Para conseguirlo,
organiza una operación especial
con sus compañeros de la
policía. Sigilosamente, se
acercan a la mansión en la que
reside el pérfido empresario y
lo detienen nuevamente por
haber recibido Fatih un disparo
dentro de su propiedad.
El malvado hombre es esposado
y encarcelado.
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