Son tantas las tendencias que se gestan y se desvanecen a lo largo de una única temporada que a veces, incluso las editoras y estilistas más curtidas en la materia, se pierden en el crucigrama de la moda. En una redacción de una revista especializada, al igual que en el set de un shooting,las dudas son constantes y necesarias para perfilar un mapa afinado de la situación. ¿Los lunares se llevaron más en 2018 o en 2019? Ese vaquero de perneras holgadas y bajo estrecho, ¿es un Balloon, un Baggy o un Slouchy? Las flores vuelven a dominar los escaparates, ¿pero son distintas a las que agotamos el verano anterior? Esta última sea, probablemente, de los interrogantes más repetidos a pie de calle, en el probador y en frente de un nuevo vestido viral en Instagram: ¿son las flores (de la moda) de 2020 iguales a las de 2019? La respuesta es negativa, pues durante esta temporada estival la flor con más peso y presencia en vestidos, faldas, blusas y bañadores será aquella pequeña, empolvada y discreta que, multiplicada por mil, configura la esencia del estampado Liberty.
Este print, indiscutiblemente omnipotente en las propuestas de lujo de primavera/verano 2020 – Gucci, J. W. Anderson, Isabel Marant, Celine, Honane Hotait -, se ha ido colando en cuenta gotas en la primera línea de la industria, es decir, en la tiendas de ropa low cost que nutren a diario la mayoría de guardarropas españoles. Pero esa utilización humilde y sosegada del Liberty no ha bastado para convencer a las masas de lo que este significa para la moda actual, si no que ha tenido que ser la parisina mejor vestida, Jeanne Damas, quien nos ha convencido ade su importancia haciendo una colección para Rouje de ropa única y exclusivamente con esta tipología de estampado floral. Ha utilizado estas tres líneas de prints en concreto.
1. Honey Dew
El estampado Honey Dew, de Liberty.© Cortesía de Rouje
2. El Covent Garden
El estampado Covent Garden, de Liberty.© Cortesía de Rouje
3. El Faith
El estampado Faith, de Liberty.© Cortesía de Rouje
Valiéndose de estos tres estampados, Jeanne Damas y su equipo de vertebrado toda una colección de prendas y complementos con un romanticismo que la hace hechizante. Vestidos que encontrarás en los álbumes de fotos de tu abuela, bañadores que se desmarcan por completo de tendencias absurdas como el tanga o las ingles (exageradamente) altas, blusas que piden jornadas de campo y no de playa y alpargatas que prometen tener clemencia con tus pies. Como muestra, estas piezas.
– El vestido rústico
© Cortesía de Rouje
– El bañador retro
© Cortesía de Rouje
– El scrunchie del moñito para todo
© Cortesía de Rouje
Obviar esta tendencia tan apetecible, tan favorecedora y tan consolidada en los libros de historia de la moda debería estar prohibido. No hacer caso a los preceptos estéticos de una eminencia del buen gusto como Jeanne Damas, también. Así que, queridas, no lo hagamos.
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