Sus 27 años de carrera la convierten en una de las intérpretes peruanas más prolíficas, con 26 telenovelas, dos películas y varias experiencias como presentadora de televisión en su currículum. Sin embargo, a Leslie Stewart, separada y madre de tres hijos, le preocupa el futuro de actores y actrices como ella, sobre todo después de la crisis del coronavirus. Desde su casa de Lima, nos cuenta cómo ha vivido estos meses y los proyectos que tiene por delante.
Tu última telenovela fue Los Vílchez, en 2019. ¿En qué estás ahora?
En un proyecto que no tiene nada que ver con la televisión y sí con el mundo de los negocios. Ahora hay que ser mil oficios.
¿Dejas la tele?
No del todo. He estrenado un programa en Instagram, Bueno, bonito y barato, como presentadora junto a la actriz Rossana Fernández Maldonado y la comediante Mónica Torres. Es muy divertido y está pensado para ayudar a gente ofreciendo información y consejos durante la crisis sanitaria del coronavirus.
¿Qué consecuencias tiene la pandemia para los artistas?
El panorama está difícil, aunque por suerte los actores somos ingeniosos y estamosreinventándonos. La gente cree que ganamos mucho dinero y no es así. La mayoría, aunque estamos bien pagados, trabajamos esporádicamente y no estamos en plantilla. Por eso, vamos muy ajustados.
¿Te asusta la situación?
Afortunadamente, tengo un nivel económico desahogado y un buen sitio donde vivir. Pero hay gente muy pobre que no gana ni para comer. Se acerca una ola de delincuencia grande en nuestro país.
¿Cómo has pasado tú esta complicada cuarentena?
Bien, con ánimo. Al principio fue preocupante, pero luegovas ubicándote, te acostumbras a estar en casa, a hacer con los hijos las labores del hogar, a jugar con ellos, a recoger cosas… Aunque acaba volviéndose aburrido.
¿Tus hijos lo han llevado bien?
Los jóvenes son más caseros que nosotros. Disfrutan con su ordenador y con todo tipo de juegos electrónicos.
En Perú se ha estrenado Te volveré a encontrar. ¿La sigues?
Es la primera vez que veo una serie mía cuando está emitiéndose. Estoy entreteniéndome con ella, es excelente y ha quedado mejor de lo que pensé cuando leí la historia.
¿Eres exigente contigo?
Siempre creo que podría haberlo hecho mejor. Con los años me he vuelto muy autocrítica. A los actores nos pasa: queremos llegar a la perfección y eso es imposible. Interpretas a una alcohólica. He sido policía, madre… pero nunca alguien como Martina. Este papel me sirvió para crear nuevas estrategias, como cambiar mi voz o utilizar tics, por ejemplo, agarrarme siempre el cuello.
¿Fue difícil?
Cuando me salía del tono, el director me llamaba la atención y me decía; “Leslie, te estás yendo” (risas). Pero fue un trabajo muy bonito.
También te cambiaron el look…
Me pusieron el pelo más oscuro. Aunque lo prefiero claro y el rojo me encanta.
En la historia vives un idilio con un chico joven. ¿Crees que es un problema la diferencia de edad?
En absoluto, no debe ser un obstáculo en una relación. Yo he salido con algún hombre más joven que yo y no me ha supuesto un trauma. También te digo que nunca estaría con un menor, por supuesto.
¿Sigues creyendo en el amor?
¡Siempre! Desde febrero no tengo novio, pero mis puertas están abiertas a enamorarme, igual que al trabajo, a la juerga, a los amigos e, incluso, a mi ex, Karim Rifai, con el que me llevo bien porque es el padre de mis hijos y ahora me ayuda con la compra (risas).
¿Te la lleva a casa?
A veces. Está bien que colabore en lo que pueda, porque yo me encargo de la mayor parte de la economía familiar. Él ahora se dedica a vender mascarillas, guantes, equipos de protección…
¿Qué dicen tus hijos cuando tienes una nueva relación?
Nada. Solo les presento a un hombre si me interesa mucho o si la relación va en serio. En total, no han conocido a más de tres desde que me separé.
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