Es raro que Marta Luisa de Noruega pase un largo periodo de tiempo sin protagonizar un titular en el que la polémica (o al menos la sombra de esta) asome por algún rincón. Ha vuelto a suceder y se ha generado un enorme revuelo en su país, donde se le sigue la pista al detalle sabedores de esa tendencia que tiene.
¿Qué ha pasado? Recordemos que la hija de Harald y Sonia de Noruega renunció a su título de princesa en agosto de 2019 con fines comerciales. Lo hacía después de la controversia que se había generado por una gira de conferencias junto a su novio chamán y en la que podría haberse beneficiado de ese título real.
«La princesa Marta Luisa, tras consultarlo con su familia, decidió que de ahora en adelante no usará el título de princesa en sus actividades comerciales. La princesa continuará usando su título cuando represente a la Casa del Rey y en un contexto privado, pero pondrá su nombre cuando dirija un negocio generador de ingresos», se podía leer en el comunicado que difundió en sus redes sociales por aquel entonces.
Pero lo ha vuelto a hacer. Marta Luisa acaba de poner en marcha PML International, una empresa que tiene como fin organizar viajes, proporcionar servicios de gestión de programas y conferencias, así como otras actividades que le son propias naturalmente, incluida la participación en otras empresas, tal y como se describe en los registros.
Hasta aquí, todo normal… si no fuera porque esa P del nombre de la empresa es una P de princesa. Y su secretaria personal, Carina Scheele Carlsen, lo ha confirmado sin tapujos. Algo que ha generado un enorme revuelo en los medios nacionales, al considerarse una traición no solo a su familia, sino a todo el publ noruego, que habían creído en su palabra.
«Mientras Marta Luisa asuma un rol comercial y use un título o un nombre que esté cerca de identificarse con el rol de princesa, es una mezcla de roles completamente inaceptable. Tiene que encontrar un nombre que la aleje completamente de la casa real», ha explicado un experto en medios a la prensa noruega.
Un experto en ‘marketing’ ha realizado una apreciación que podría acarrearle problemas a Marta Luisa: «El título de princesa es un título constitucional y solo debe usarse en relación con deberes constitucionales. No entiendo por qué no ha elegido otro nombre para la empresa».
Fuente: Leer Artículo Completo