Ahora sí, el verano ha llegado: Tatiana Santo Domingo y Andrea Casiraghi ya están en Saint Tropez

Quizá por su proximidad con la Roca (situada a poco más de 100 kilómetros), quizá por su eterno aire bohemio y despreocupado, quizá porque la historia de los veranos Grimaldi –los felices y los tristes– está escrita en las aguas turquesa del golfo de Saint Tropez. Quizá por todos esos motivos, las distintas generaciones de la casa real de Mónaco vuelven siempre a esta aldea de pescadores, epítome del chic riviera, un verano tras otro. Andrea Casiraghi y su mujer, Tatiana Santo Domingo, han inaugurado oficialmente las vacaciones de 2020 al llegar a la ciudad francesa.

El matrimonio ya está embarcado en el Pachá III, un yate de 1931 con una historia muy especial para la familia: fue el último regalo que el fallecido Stefano Casiraghi hizo a su mujer, Carolina de Mónaco, en septiembre de 1990. Desde entonces, tanto Carolina como sus hijos navegan en verano por el Mediterráneo a bordo del barco.

Así, hemos podido ver a Andrea con un bañador de color rosa en la cubierta del Pachá III. A su lado está Tatiana, con un bonito caftán de rayas horizontales y un sombrero de ala ancha para protegerse del sol.


Los veranos Casiraghi en Saint Tropez

Los rincones de esta aldea pesquera (en cuya playa más cercana, Pampelonne, está el archifamoso Club 55) han sido testigos de innumerables momentos familiares para los Casiraghi. A finales de los ochenta, Carolina y Stefano disfrutaban de su amor en la riviera, sin poder adivinar que la tragedia les sorprendería en esas mismas aguas: el deportista, campeón mundial de offshore clase I, conocida como la Fórmula 1 de las aguas, fallecía en un trágico accidente mientras participaba en una regata.

Con los años, Carolina ha seguido peregrinando a Saint Tropez para pasar sus vacaciones de verano, habitualmente acompañada por sus hijos y sus parejas.

Andrea y Tatiana son los más asiduos a Saint Tropez. Aquí, en el paseo del puerto, junto al mítico café Sénéquier, en julio de 2018.

Carlota también suele pasar sus veranos en Saint Tropez, y allí ha llevado a sus parejas: a su primer novio Alex Dellal, al padre de su primer hijo Gad Elmaleh y a su hoy marido Dimitri Rassan.


Al menor de los Casiraghis, Pierre, su pasión por la vela le ha llevado a participar en diversas regatas en la Costa Azul.

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