Hace un tiempo, el nombre de Alberto Núñez Feijóo (58) sonaba como futurible presidente del Partido Popular en sustitución de Mariano Rajoy. Pero él prefirió dejar pasar ese tren y continuar con su labor y responsabilidad al frente de la Xunta de Galicia. "Ser el presidente de Galicia es la mayor de mis ambiciones políticas", dijo entonces. Este domingo se presenta a la reelección en unos comicios que han tenido que ser aplazados durante más de tres meses (tendrían que haberse celebrado en abril) como consecuencia de la crisis sanitaria por el Covid-19.
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Tímido y con un humor socarrón con retranca gallega, Núñez Feijóo nació en Os Peares, un pequeño pueblo de 300 habitantes en el que confluyen los dos principales ríos gallegos, el Sil y el Miño, y que pertenece a dos provincias, Orense y Lugo. Allí vivió hasta los 14 años, siempre fue un niño estudioso y bueno, y allí creció con el amor de sus padres y de su hermana Micaela, hoy apoderada general de cuatro empresas del grupo Eulen. Su madre es Sira Feijóo y su padre Saturnino Núñez, que fallecía en 2016 tras varios años padeciendo una enfermedad degenerativa.
Saturnino trabajó primero como ‘listero’ (el que pasa lista a los trabajadores) en una empresa de obras en la que llegó a ser encargado. Alberto vivía en una casa de piedra alquilada por su familia y siempre fue el nieto de Eladia, su abuela paterna, que regentaba una tienda de ultramarinos muy conocida en el pueblo. Su abuelo era panadero y juntos sacaron adelante a sus ocho hijos.
Soñaba con ser juez
Con 18 años, el hoy presidente de la Xunta se marchó a Santiago de Compostela para estudiar Derecho y ya le llamaba la política por haber estado muchas noches viendo las tertulias de La Clave en televisión. Pero su sueño era ser juez. Sus planes cambiaron por completo cuando su padre se quedó en paro y Alberto decidió entonces presentarse a las oposiciones a la Xunta para ayudar a sus padres. En apenas unos meses de estudio, lograba el número dos en las oposiciones y en 1985 se convertía en funcionario del Cuerpo Superior de la Administración General.
Casi por casualidad, el exministro José Manuel Romay Beccaría le incorporaba a su gabinete en 1991 como secretario general para la consellería de Agricultura. No había cumplido los 30 y ahí comenzaba su carrera. Cinco años después, José María Aznar hacía a Beccaría ministro de Sanidad y Núñez Feijóo ocupaba el puesto de presidente de Insalud en Madrid. De 2000 a 2003 ejerció la dirección de la entidad pública estatal Correos y Telégrafos. En enero de 2003 ocupó el cargo de consejero gallego de Política Territorial, Obras Públicas y Vivienda y un año después era ya vicepresidente primero de la Xunta.
Tras la victoria de Manuel Fraga en las elecciones gallegas de 2005, pero quedando fuera de gobierno por el pacto PSdeG-BNG y, en consecuencia, fuera del liderazgo en el PP de Galicia, Feijóo resultó vencedor y a principios de 2006 se convertía en presidente del Partido Popular de Galicia, logrando además ser uno de los barones territoriales del partido a los que más ha apoyado el ex presidente Rajoy.
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A por sus cuartas elecciones
Núñez Feijóo se presentó como candidato a la presidencia de la Xunta en 2009 y logró una victoria por mayoría absoluta, lo que supuso la vuelta a lo más alto del PP en la comunidad gallega. Tomaba posesión de su cargo el 16 de abril de ese año. Una de las anécdotas que siempre cuenta y que ejemplifican a la perfección el amor de su padre y su sencillez a la hora de ponerle a su hijo los pies en la tierra, es cuando llamó a Saturnino para decirle que había ganado las elecciones. “También ha ganado el Deportivo”, le contestó su padre restándole importancia.
En 2012 volvía a ganar las elecciones por segunda vez y en 2016 se presentó por tercera vez a la Presidencia gallega revalidando la mayoría absoluta y conservando el mismo número de escaños que en la legislatura anterior y doblando los resultados de En Marea, segunda lista más votada, convirtiéndose en el único presidente autonómico de ese momento que gobernaba con mayoría absoluta. Trabajador y conciliador, Feijóo siempre ha manifestado su intención de huir de los enfrentamientos con sus adversarios. "Creo que es importante exigir a los políticos mesura y es verdad que yo no me encuentro cómodo en la agitación política que está viviendo España este momento", decía hace unos meses.
Doce años al lado de una periodista
Siempre discreto con su vida privada, el Presidente de la Xunta salió durante diez años con la periodista Carmen ‘Chinny’ Gámir, madrileña (curiosamente nació a escasos metros de la sede del PP en la calle Génova) de ascendencia filipina por parte de su madre, divorciada y madre de una hija. Chinny trabajaba para el diario La Región cuando a principios de los años 2000 le pidieron que entrevistar a Núñez Feijóo, que acababa de llegar a la presidencia de Correos, donde estuvo hasta que el suceso del Prestige terminó con Xosé Cuiña y Fraga lo llamó para ocupar la Consellería de Política Territorial.
Entre ellos surgió algo más al poco tiempo, pero la marcha de Feijóo a Galicia complicó su relación sentimental. Ella viajaba cada fin de semana a la comunidad gallega y sus vidas estaban siempre pendientes de un avión. Pocos sabían de ella pero el 18 de abril de 2009, cuando Feijóo bajaba las escaleras del Parlamento gallego tras haber tomado posesión como presidente de la Xunta, sorprendió a todos dándole un cariñoso beso.
La periodista pidió una excedencia para poder estar a su lado aunque era difícil verla en actos oficiales junto al presidente. Compartían casa en Vigo porque Alberto nunca quiso mudarse a la residencia oficial. En la segunda toma de posesión en 2012 ya no hubo beso entre ellos y tampoco Chinny asistió a la boda del hijo de Alberto Ruiz-Gallardón, íntimo amigo de Feijóo. Nunca se supo cuándo ni por qué se produjo su ruptura tras casi 12 años de relación. Ella regresó a Madrid y pasó a ser jefa de prensa del Ministerio de Hacienda, con Marta Fernández, exconsejera de Feijóo en Galicia.
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Fue padre a los 55 años
En 2013, Alberto Núñez Feijóo tomaba un avión entre Madrid y A Coruña y en pleno vuelo coincidía con Eva Cárdenas, entonces directora de Zara Home y una de las manos derechas de Amancio Ortega. Tras el encuentro casual, volvieron a quedar… y hasta hoy. Cárdenas ha sido considerada una de las ejecutivas mejor valoradas de nuestro país hasta que a mediados de 2019 dejaba su cargo en Inditex para crear su propia empresa junto a su hija Gabriela, fruto de una relación anterior.
Cárdenas pertenece a una conocida familia de A Coruña. Su madre, Cristina Botas, es hija de Santiago Botas, dueño de una popular farmacia en el centro de la ciudad gallega. Su familia materna es propietaria de grandes extensiones de terreno, desde la playa de Miño a las Fragas do Eume, según contaba el Faro de Vigo. Su padre, Antón Cárdenas, ya fallecido, fue durante muchos años director de personal de Caixa Galicia. El banquero José Luis Méndez lo fichó cuando fusionó las cajas de A Coruña, Ferrol y Lugo. Dos de los tres hermanos de Eva trabajan como ejecutivos en Abanca (Antonio) y en Tecnocom (Santiago), según Economía Digital.
Eva comenzó muy joven en la empresa de moda coruñesa. Tras licenciarse en Económicas en la Universidad de Santiago y hacer un máster en Dirección y Administración de Empresas en el IE, en Madrid, comenzó su carrera en la multinacional de belleza L’Oréal y fue allí donde el gigante gallego la fichó para llevar su área de perfumería. En abril de 2003, con 38 años, ya era presidenta de Zara Home España. Tras llevar la línea deco de Zara a 75 mercados y abrir casi 600 tiendas, dejó la compañía para montar Niebla Azul, empresa inmobiliaria que comparte con su hija Gabriela Botas.
Feijóo y Cárdenas no están casados y es que el matrimonio nunca ha estado en los planes del gallego. “Una boda es un ‘coñazo”, dijo en 2016. Pero el 15 de febrero de 2017 unían sus vidas para siempre al anunciar el nacimiento de su único hijo juntos, Alberto, que hoy tiene 3 años. Eva dio a luz en la clínica privada coruñesa HM Belén y esta elección recibió algunas críticas ya que Feijóo es un gran defensor de la sanidad pública. “Ella es la que iba a parir así que ella eligió dónde”, dijo poco después en LaSexta Noche. Eva tenía entonces 51 años y Alberto 55.
Tras la llegada de ‘Albertito’, el presidente renunció a su permiso de paternidad de un mes para seguir cumpliendo con sus obligaciones, pero sí vació su agenda durante una semana y comenzó a dejar sus fines de semana más libres de actos y trabajo, algo que intenta cumplir también hoy en día. Además, excepto en momentos puntuales como la campaña electoral, Feijóo intenta salir pronto del despacho para poder ver a su hijo antes que se vaya a la cama y en El programa de Ana Rosa confesó que no se perdía el primer biberón del día del niño.
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Una casita sobre el mar
Hasta hace un par de años, la vida de la pareja y su hijo transcurría entre la casa propiedad de Eva en la urbanización Icaria de Oleiros, donde residen los altos ejecutivos de Inditex, y el Palacio de Montepío, residencia oficial del Presidente de la Xunta en Santiago. En 2019, según publicaba la prensa local gallega, la pareja adquiría una estupenda casa de piedra en la localidad de Moaña, en Pontevedra. Situada sobre el mar, con jardín y con una zona para guardar el barco de recreo en invierno, la casa, que fue restaurada, cuenta con 150 metros cuadrados y una finca de más de 700. El presidente de la Xunta cuenta con cinco propiedades más como una finca en O Caeiro, en Meira, comprada en 2015 y con vistas al mar, un piso en Madrid y otro en Vigo.
Aficionado del Depor y de los mesones
Núñez Feijóo presume de seguir disfrutando de las aficiones que le inculcaron sus padres de niño. Es seguidor del Deportivo de La Coruña y del Real Madrid y aunque de vez en cuando acude a restaurantes top, lo que más le gusta es comer en pequeños mesones con menús de cocina tradicional casera. Como gallego que es, le encantan los percebes y comer un buen centollo recién pescado, aunque reconoce que sus platos preferidos son los huevos fritos y las sardinillas.
El mar es otra de sus grandes pasiones y salir a pescar cuando el tiempo en Galicia lo permite, su mejor manera de relajarse. En familia, a Alberto le gusta salir de compras por A Coruña y han veraneado en Canarias en más de una ocasión. Para desconectar, les gusta pasear por el puerto de Cedeira o por Pontedeume, de donde proviene la familia de su mujer.
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