Al margen de la playa o la piscina, hay un plan que nunca falla en verano, el cine al aire libre. No tenemos claro qué tiene que tanto niños como mayores quieran disfrutar cada año sin excepción del cine de verano de su pueblo, su ciudad o incluso su barrio. Puede que sea por apaciguar y olvidarse durante un rato de las altas temperaturas o por estar el mayor tiempo posible fuera de casa, pero lo cierto es que nadie se resiste a este clásico del verano.
Ahora bien, si dispones de tu propio jardín o terraza en casa, y prefieres evitar la cara B del cine de verano, –ya sabes, los comentaristas espontáneos, el tipo alto de la primera fila que no te deja ver o las colas para hacerte con un refresco– puedes montarte tu propia sala al aire libre. Esto es todo lo que necesitas para crear y disfrutar de tu cine de verano en casa.
Proyección y equipo técnico
Lo primero es lo primero, no puedes disfrutar de una experiencia real sin una gran pantalla. Y para ello necesitas un proyector. Si quieres obtener una imagen de gran calidad, lo suyo es que inviertas en uno que tenga al menos 3.000 lúmenes (cantidad total de luz visible emitida por una fuente lumínica). Esto hará que la película se vea brillante y nítida. Hoy en día muchos proyectores vienen adaptados con conexión WiFi y Bluetooth para no tener que conectarlo a ningún equipo. Además la gran mayoría cuentan con resolución Full HD. Eso sí, acuérdate de ponerlo en el soporte adecuado para que la imagen no se mueva durante la proyección.
En cuanto a la pantalla, está claro que la sábana blanca o la pared de casa es lo más fácil y económico que puedes usar, pero seamos sinceros, la experiencia no va a ser la misma. Hay muchas opciones y bastante asequibles. Si no tienes una pared en condiciones donde colgar la pantalla, puedes escoger una portátil y plegable. De esta manera, puedes guardarla cuando no haga buen tiempo.
Y, por supuesto, no podíamos olvidarnos de la programación. Puedes conectar al proyector a lo que quieras, un portátil, un smartphone, el DVD. Aunque lo más cómodo sin duda es un dispositivo como el Amazon Fire TV Stick con el que puedes reproducir el contenido en streaming.
Sistema de sonido exterior
Imagen y sonido deben estar en consonancia para una experiencia completa de cine en casa. No podemos pretender ver una película en alta resolución en el jardín con el audio del portátil. Hay muchos altavoces diseñados específicamente para su uso en exteriores. De hecho, son los reyes de fiestas y barbacoas con amigos. Para elegir la opción más correcta debes tener en cuenta varios aspectos, que sean inalámbricos, portátiles o que puedas instalar cerca de la improvisada sala de cine y con conexión Bluetooth. Además de estas características, un punto a favor es que el sonido sea envolvente y 360º y que resistan al agua, por si la velada se te va de las manos.
Iluminación para crear ambiente
Es muy probable que acabes apagando las luces durante la película, pero no sería una sala de cine como tal sin una iluminación apropiada. No necesitas que sea potente, basta con una luz tenue para crear el ambiente perfecto. Guirnaldas, farolillos, focos o lámparas decorativas de exterior, sobre todo si se componen de bombillas LED y panel solar, son la mejor opción no solo para poner el foco de luz a tu cine de verano, sino una manera de ahorrar energía y cuidar el medio ambiente.
Las butacas
Aunque el equipo técnico sea el mejor, si no estás a gusto en tu asiento, difícilmente vas a poder disfrutar de la película. Apuesta por piezas cómodas que estén en sintonía con la atmósfera creada y a las que puedas darle otro uso dentro de casa. Unos cojines de suelo, una hamaca reclinable o un puf te ayudarán a relajarte y dejarte llevar por la trama del film.
Los snacks
Si eres de las que no puede ir al cine sin su correspondiente cubo de palomitas, está claro que en tu propia sala al aire libre tiene que haber, por lo menos, una máquina para hacerlas y comerlas cuando quieras. También puedes preparar unos ricos perritos calientes, muy típico en los cines de verano, o una pequeña barbacoa. Y, por supuesto, una nevera para tener tus bebidas siempre a punto.
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