Llega el destape en la piscina o la playa y las preocupaciones por el cuerpo. Es una pena: el bombardeo de fotografías con los mismos cuerpos talla única terminan consiguiendo que pensemos que otros cuerpos no son aceptables, cuando lo cierto es que basta darse un paseo por cualquier playa para ver todas las versiones de cuerpos playeros. Da igual cuántos meses hayas estado dándole la batalla a los kilos, la celulitis o las estrías: si te obsesiona tu aspecto, jamás llegarás a verte realmente bien. Por eso, el primer paso para reconciliarnos con nosotras mismas y amarnos tal y como somos es incorporar kilos, celulitis y estrías como parte de nuestra identidad corporal. De verdad: te vas a ahorrar mucho tiempo y mucho dinero en tratamientos si te apropias de cada uno de tus rasgos y los defiendes con gracia. Una vez asumidos, puedes plantear te la mejora de, por ejemplo, las estrías. No es fácil, pero existen opciones.
Las estrías son la huella que deja en nuestro cuerpo los procesos de adelgazar y coger kilos, los embarazos o un excesivo desarrollo muscular, por ejemplo. No son privativas de las mujeres y pueden tener origen en algunas enfermedades, en desarreglos hormonales o incluso por el mero hecho del desarrollo que tiene lugar en la pubertad. Sea como fuere, la distensión de la piel provoca la fractura en las fibras que toma la forma de estrías, en distintas coloraciones e intensidades. Una buena noticia: con el tiempo suelen aclararse, hasta casi confundirse con la piel. Incluso pueden prevenirse con cremas que contengan centella o ácido hialurónico. Y una mala: no son reversibles.
Si estás decidida a borrarlas, tu destino es la clínica estética. Existe algunos procedimientos no invasivos que sí son efectivos a la hora de reducir las estrías, sobre todo si son recientes. Eso sí, no son baratos, porque hablamos de tratamientos con láser y luz pulsada. Las estrías recientes mejoran bastante con una o dos sesiones, pero para las estrías que ya están blancas, tendrás que pasar al menos seis veces en otros tantos meses por camilla. Puedes, además, probar la carboxiterapia, en la que se inyecta gas C02 en la estrías para aumentar su oxigenación y activar las células (una vez a la semana durante tres meses suele ser efectivo). La inversión depende mucho de la antigüedad de las estrías y la zona, pero a partir de 1.000 euros ya puedes ver resultados. Eso sí: si te molestan pero no te obsesionan, siempre puedes aprender a amarlas. E invertir en unas vacaciones.
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