Adiós a las tradicionales vacaciones del príncipe Andrés en Sotogrande con Sarah Ferguson

En agosto del año pasado, apenas unos días después del suicidio de Jeffrey Epstein en su celda de Nueva York, el príncipe Andrés abandonó el castillo de Balmoral para reunirse en Sotogrande con su exmujer, Sarah Ferguson. Allí, el duque de York trató de mantenerse ocupado practicando uno de sus pasatiempos favoritos en el Real Club Valderrama, donde a pesar de todas sus precauciones los paparazzi lograron fotografiarle junto a su carrito. Desde entonces, las preocupaciones del tercer hijo de Isabel II no han parado de aumentar, pero al parecer este año no las apartará de su mente enterrándolas en algunos de los hoyos de dicho club de golf, uno de los más exclusivos de Europa.

Según informaba este lunes el diario británico The Sun, el príncipe Andrés ha decidido cancelar sus tradicionales vacaciones en Sotogrande por miedo a abandonar Reino Unido mientras continúa la investigación del caso Epstein. Tras el arresto la semana pasada de su amiga Ghislaine Maxwell, expareja y supuesta cómplice de Epstein en sus delitos de tráfico sexual de menores, ese temor del duque de York ha aumentado y, según asegura a The Sun una fuente del palacio de Buckingham, Andrés de York también habría decidido no volver a pisar Estados Unidos, donde el departamento de justicia reclama su declaración como testigo del caso Epstein: el príncipe teme que pueda ser una trampa para poder detenerlo en suelo estadounidense como a Ghislaine Maxwell.

El duque de York veraneaba en Sotogrande con su exmujer desde al menos 2009, año en el que el diario The Daily Mail informó de que el príncipe y Sarah Ferguson estaban alojados en un chalet de la urbanización gaditana. La expareja había finalizado su matrimonio 12 años antes y, aunque no era la primera vez que compartían sus vacaciones, sí fue el primer verano que pasaron juntos sin la compañía de sus dos hijas, las princesas Eugenia y Beatriz de York: aquella era la prueba definitiva de su buena relación, que ha continuado a pesar de la vinculación del príncipe Andrés con el caso Epstein.


En Sotogrande, los duques de York cultivaron amistades con familias destacadas de España como la de los Fernández de Córdova y frecuentaban a compatriotas enamorados al igual que ellos de la Costa del Sol como la marquesa de Milford Haven. “Sarah Ferguson alquila una casa allí todos los años, jugamos al golf y vamos a la playa”, revelaba esta última el año pasado a Vanity Fair.

Mientras el príncipe Andrés se escabullía al Real Club Valderrama y no solía dejarse ver en público, Sarah Ferguson era una habitual de los partidos de polo del Club Santa María. Allí, solían pedirle que entregara los trofeos de algunos de los torneos del club, hasta que en 2010 saltó el escándalo y dejaron de hacerlo: ese año, una cámara oculta del periódico News of the World grabó a la duquesa de York vendiendo contactos comerciales con su exmarido a un supuesto hombre de negocios.

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