En el planeta paralelo de los ricos, famosos y poderosos, solo dos personas han recibido positivamente el anuncio de Kanye West, dispuesto a postularse como presidente de los Estados Unidos en las próximas elecciones de noviembre. Han sido su esposa, la infatigable Kim Kardashian, y su nuevo mejor amigo, el también extravagante millonario y CEO de Tesla Elon Musk. El anuncio pudo ser un poco precipitado: de hecho, en muchos estados fundamentales para ganar las presidenciales ya ha expirado el plazo oficial para registrarse como candidato. Este podría ser, en todo caso, un anuncio de tanteo, ya que el rapero desveló el año pasado que pensaba presentarse en 2024 y no en 2020. Si se trata de un test para adivinar el apoyo que puede concitar entre sus iguales, ya puede darlo por terminado: el silencio administrativo alrededor de sus deseos de poder es sepulcral. Para el resto de los mortales, su candidatura es, directamente, carne de meme.
Una de las famosas que no ha podido evitar reaccionar ha sido la cantante Hillary Duff, la primera en decir «Yo también me presento a Presidente», una broma que se ha multiplicado en las redes. Muy pocas personas se están tomando en serio la candidatura de Kanye West, una reacción que no es nada extraña en la política estadounidense. Nadie se tomó en serio a Donald Trump cuando comenzó a hablar de sus deseos de gobernar y, precisamente gracias al rechazo mayoritario y las burlas virales, pudo construir la narrativa de «venganza contra los listillos de la gran ciudad» que le ha hecho fuerte en la Casa Blanca.
Tiffany Haddish, una de las cómicas afroamericanas más importantes de Estados Unidos, también se propuso a ella misma como presidenta, ridiculizando el anuncio de West. El rapero no va a contar con el apoyo del ‘establisment’ negro, sobre todo después de unas desafortunadas declaraciones en las que sugirió que la esclavitud fue voluntaria: «Uno escucha decir que la esclavitud duró 400 años. ¿400 años? Parece una elección», afirmó. Hasta una amiga de la familia, la millonaria Paris Hilton (primera empleadora de Kim Kardashian cuando esta aún no era nadie), ha publicado el consabido tuit en el que replica la broma de rigor: «Paris Presidenta».
La actriz Octavia Spencer, otro referente de Hollywood en la lucha de los afroamericanos por conseguir una vida digna, publicó dos tuits sobre el anuncio de Kanye West. En el primero se limitó a decir: «Mucha tontería hoy». En el siguiente, se lo tomó más en serio: «Está claro que muchas personas viven en una brubja. Es la hora de explotarla». En la misma línea escribió su tuit Eric Balfour, actor y cantante. Replicó a Kim Kardashian lo siguiente: «¿Creéis que todo es una broma? ¿Encontráis divertido robarle votos al único candidato con posibilidades de derroar a Donald Trump? Es el colmo del privilegio, porque a vosotros no os va a hacer daño, sois lo suficientemente ricos como para sobrevivir a cuatro años más de Trump».
Ningún famoso, pero sí muchísimas personas en las redes, han mencionado los problemas mentales de Kanye West, diagnosticado de trastorno bipolar. Sí lo ha hecho Meghan McCain, tertuliana en la cadena ABC e hija del senador republicano y candidato presidencial John McCain. «No existe ni una sola mujer sobre el planea tierra, famosa o no famosa, que pueda comporarse de la manera desequilibrada y errática en que Kanye lo ha hecho y que sea tomada lo suficientemente en serio como para ser candidata presidencial. Las mujeres somos castigadas simplemente por hablar en televisión, imaginaos si dijéramos cosas como que «la esclavitud fue una elección».
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