A principios de este mes, la revista británica Tatler publicó una foto de Kate Middleton en los BAFTA en la portada de su último número. A pesar de la imagen halagadora, el reportaje criticaba el discurso del príncipe Guillermo y afirmaba que Kate estaba furiosa por su carga de trabajo. Las informaciones provocaron que el palacio de Kensington amenazara con acciones legales contra la revista y rechazó algunas de las afirmaciones sobre cómo Kate se está adaptando a la vida después de que Meghan Markle y el príncipe Harry se retiraran de sus roles reales. Según el artículo de portada de People de esta semana, cualquier estrés que Kate pueda sentir es simplemente un reflejo de la posición de alto perfil en la que se encuentra.
"Tendría que ser sobrehumana para no sentir la presión", explica Sarah Gristwood, biógrafa especializada en realeza, a la revista estadounidense. "Los que la conocen dicen que se esfuerza al máximo y que pone su alma en el trabajo".
Otra fuente afirma que la presión no está relacionada con la carga de trabajo o la ausencia de Meghan y Harry. "Creo que la presión está más en su imagen pública, por tener que asegurarse de que lleva las marcas de ropa correctas, mostrando a los niños con ropa menos cara, especialmente en este momento", señala la fuente a la revista. "Pequeños detalles, pero que importan".
El palacio de Kensington normalmente no responde a historias con detalles personales como el artículo de Tatler. Una de las razones por las que podría haber generado una respuesta tan feroz son las citas de expertos reales que atacan a la madre de Kate, Carole Middleton, por sus antecedentes de clase media y su papel activo en la vida de Kate.
Otra fuente releva a People que Carole no es la agresiva ‘madre helicóptero’ que Tatler describe. "No hay forma de verla así (…) Es una persona increíblemente amable", añadiendo que Carole ha pasado los últimos meses ayudando a un vecino que sufre de COVID-19.
A pesar de los numerosos cambios en la familia real, y el mundo en general, durante 2020, Kate ha seguido asegurándose de que su papel real refleje su personalidad. Comenzó el año lanzando una encuesta de investigación en la primera infancia que demostró su compromiso con su labor fundacional. Más tarde, apareció en un podcast y en un programa matutino, mostrando en público algo del estilo y la personalidad que los observadores han dicho durante mucho tiempo que posee en privado.
Kate Middleton inauguró un cambio importante cuando empezó a tomar fotos de su familia unos meses después del nacimiento de la princesa Charlotte en 2015. Aunque siempre ha sido una apasionada del arte y la fotografía, el gesto de publicar las imágenes de sus hijos ha resultado ser un gesto inteligente. Según el Telegraph, las imágenes proporcionadas por Kate han hecho mella en el mercado de fotos de paparazzi de los niños en momentos privados.
Poco después del inicio confinamiento, Kate se asoció con la National Portrait Gallery para anunciar Hold Still, un concurso de fotografía que busca imágenes que reflejen la resistencia del país a través de la pandemia. Esta semana, entró en la cuenta de Instagram del palacio de Kensington personalmente para comentar algunos de sus fotografías favritas. “Muchas gracias por participar en el proyecto Hold Still. Yo también me alegro de salir al exterior y disfrutar de la jardinería”, escribió, firmando el comentario con la “C” de Catherine.
Si bien la respuesta vigorosa a la historia de Tatler tiene el aire de un impulso coordinado de los medios, está permitiendo que más información privilegiada sobre cómo es realmente Kate salga a la luz. Según ellos, la imagen pública de Kate no está muy lejos de la persona que es en privado.
"Catherine es el tipo de mujer que se hará cargo de lo que necesite", añade una fuente a People. "Si necesita dar un paso al frente, lo hace, y siempre lo ha hecho".
Artículo publicado originalmente en la edición estadounidense de Vanity Fair y traducido. Acceda al original aquí.
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