Seguro que las oído hablar de los incontables beneficios de la vitamina C, de la vitamina B12 o de la vitamina A. No obstante, cuando hablamos de las propiedades de la vitamina E, la información no está tan interiorizada y es que, esta vitamina puede ser incompatible con algunos tipos de medicamentos. Por ello, debemos consultar a un profesional antes tomarla.
La vitamina E es uno de los nutrientes más importantes para para el organismo. Aunque existen diferentes suplementos artificiales que contienen esta sustancia, la podemos encontrar en infinidad de alimentos. ¿Cómo es mejor consumir esta vitamina? A través de los alimentos en una dieta saludable, ya que el déficit de Vitamina E que implicaría tomarlo en pastilla no es muy frecuente.
¿Qué es la vitamina E? Se trata de una familia de compuestos liposolubles presentes en las almendras, las nueces, las avellanas, los cacahuetes, los aceites vegetales, las espinacas, el brócoli y las veduras de hoja verde. Puede ayudar a tratar problemas de corazón, de vista e incluso de impotencia. La cosmética, tampoco es ajena a las bondades de esta sustancia y no hay crema que olvide esta vitamina debido a sus porpiedades hidratantes y regeneradoras.
¿En qué casos se prescribe esta vitamina?
Es poco frecuente, pero a veces el cuerpo presenta un déficit de esta sustancia al ser incapaz de absorver la vitamina E directamente desde los alimentos y es ahí, donde se prescribe una toma artificial. Esta toma puede ser utilizada de manera tópica en forma de aceite para la piel, el crecimiento del pelo o la hidratación del cuerpo.
¿Qué beneficios tiene?
Como ya hemos comentado, al ser liposoluble funciona como antioxidante y por tanto, ayuda a proteger a las células del daño causado por los radicales libres del día a día. Además, interfiere en el funcionamiento inmune, ya que ayuda a combatir las infecciones y proteger la vista, según un estio llevado a cabo en 2015 en el Colegio Médico de la Universidad de Qingdao.
Alimentos que contienen vitamina E
Aceite de girasol y pipas de girasol: este aceite contiene más vitamina E que el aceite de oliva, aunque su consumo está menos recomendado.
Frutos secos: las almendras, las avellanas y las nueces son fuentes de esta vitamina. Es preferible tomar los frutos secos naturales o tostados a media mañana y en la merienda. Las pipas de calabaza también contienen vitamina E y es muy sencillo incluirlas en ensaladas.
Germen de trigo: mezclado con yogur, en bowls de açaí o incluso en smoothies, es una buena manera de incorporarlo a la dieta.
Jengibre: como condimento en los alimentos, en el té, en las infusiones… es una fuente muy rica de vitamina E.
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