Puede que Crepúsculo fuera la primera gran oportunidad de Anna Kendrick en Hollywood, pero la actriz de Dando la nota no recuerda aquel rodaje con el cariño que cabría esperar teniendo en cuenta lo que significó para su carrera.
"La primera película la rodamos en Portland, Oregon, y solo recuerdo tener frío y sentirme miserable", recuerda Kendrick en una entrevista con Vanity Fair USA. La actriz estadounidense interpretaba a Jessica, una compañera de clase de Bella, la protagonista que interpretaba Kristen Stewart. "Recuerdo tener mis Converse completamente mojadas y sentir, ‘¿Sabes qué? Este grupo de personas es fantástico y estoy segura de que seríamos amigos en cualquier otro momento, pero quiero matarlos a todos".
Pero como en cualquier situación dramática, el mal tiempo acabó por crear vínculos de amistad si cabe más fuertes entre los principales miembros del elenco: "Había algo sobre aquella situación, como si pasaras por un evento traumático, como si sobreviveras a un secuestro y como que estás conectado de por vida [con esas personas]".
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Por suerte para Kendrick y sus compañeros, los siguientes rodajes no fueron tan duros. En el de Luna nueva, Kendrick recuerda que la situación no fue tan intensa y que el hecho de que pasaran por menos dificultades posibilitó que todos se pudieran conocer un poco mejor. Además, tampoco es como si lejos de Stewart y Robert Pattinson el resto del reparto tuviera muchas líneas de diálogo que aprenderse: "Llegado un punto, todos empiezan a integrarse. Mi único trabajo era solo decir: ‘Esta familia de gente muy pálida que nunca vemos comer… son muy raros, ¿no?".
Kendrick también admite en la entrevista que muchos fans que hablan con ella aplauden el discurso de despedida que da su personaje en la tercera película, Eclipse, pero la actriz cree que todo el mérito es de Stewart, pues es su personaje el que se emociona al escucharlo: "Ella se emociona porque tiene mucho talento. La gente me dice, ‘Ese discurso es increíble’, pero yo les digo, ‘No, es solo ella. Es increíble’".
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